Contemplar el amanecer en medio del campo, entre parcelas de sembríos y árboles, parece un deseo poco realizable cuando se habita en grandes ciudades.
Sin embargo, 17 kilómetros al suroriente de Cumbayá hay un lugar silencioso y con aire puro para ir a caminar, correr o simplemente pasar un momento alejado del ruido.
Lumbisí es una añeja Comuna de 612 hectáreas, cuyo terreno pertenece a 418 comuneros empadronados y que data de tiempos de la Colonia.
En el lugar habitan unas 5 000 personas, de las cuales 3 000 son comuneros. Por los alrededores también hay decenas de urbanizaciones privadas, pero el terreno de la Comuna está destinado, en su mayoría, a sembríos de maíz, habas… También hay huertos de tomate riñón, lechuga, acelga…
En medio de todo eso hay caminos de segundo orden, de piedras y tierra, además de senderos con partes de césped, que son utilizados también por los aficionados al trail runnig, o atletismo a campo traviesa.
Victoria Calisto es una alegre estudiante de Odontología que, apenas puede, se escapa de la ciudad para correr por los bosques de Lumbisí.
Allí se siente en otro mundo, porque en medio de su ejercitación encuentra paz y observa a personas que trabajan la tierra.
Acude desde hace dos años. Al principio se perdía, pues hay sectores con decenas de senderos. Ahora, en cambio, ya conoce parte del lugar y es uno de sus favoritos para ejercitarse y cumplir sus retos, que este año incluirán la prueba Tierra de Volcanes, de dos etapas de 50 km cada una, en marzo.
Además, quiere estar en el Mundial de Aventura, que será en noviembre en el país.
En ese Mundial también estará Martín Sáenz, quien se ejercita en Lumbisí desde hace más de una década. Él, poco a poco, fue descubriendo los caminos y senderos de la Comuna, ubicada a un costado del volcán Ilaló. Allí se ejercita para retos como carreras a pie de 160 km.
Él llega en su auto, parquea en la plaza del pueblo y luego corre para uno y otro lado.
José Quishpe, presidente de la Comuna, asegura que son bienvenidos los corredores y los caminantes, pero aclara que de momento están prohibidas las bicicletas, las motos y los vehículos 4×4. En varias ocasiones, los sembríos de los comuneros se han visto estropeados por estos vehículos.