La capital azuaya celebrará el próximo jueves sus 455 años de fundación. Por ello, el Comité Permanente de Festejos elaboró una agenda que incluye actividades religiosas, culturales y sociales. Desde el fin de semana pasado, varios sectores lucen banderas de la ciudad y los balcones del Centro Histórico están adornados con macetas de coloridas flores.
Abril también es considerado el mes de la cultura y las artes. Por ello, hoy se efectúa a las 10:00 el Desfile Interparroquial y un encuentro de artesanías y gastronomía. El recorrido se inicia en el parque de San Blas, pasa por la calle Bolívar hasta la plazoleta de San Sebastián. Allí, hay una casa abierta, que muestra las riquezas de las 21 parroquias rurales.
El festejo seguirá la noche del miércoles con la denominada Noche de la Cuencanidad en la remodelada avenida Loja. Será un desfile nocturno con la participación de danzas folclóricas y disfraces de antaño. Participarán estudiantes universitarios.
Según la vicealcaldesa y presidenta del Comité de Festejos, Ruth Caldas, el objetivo es recuperar los espacios públicos tradicionales y remodelados para el disfrute de cuencanos y visitantes. “Será una noche de colorido, música y juegos pirotécnicos”.
El jueves, a las 17:00, se efectuará la sesión solemne. Está confirmada la presencia del presidente Rafael Correa para este acto que concluirá a las 19:00, en el Salón de la Ciudad. Luego habrá juegos de luces, pirotecnia, danza aérea y música en el parque Calderón.
El viernes se desarrollarán varios actos por el Día del Maestro. También se organizó el rescate de la Serenata Cuencana donde reconocidos artistas de la urbe y del país interpretarán pasillos, albazos y sanjuanitos. Esto será en la pileta del parque Calderón.
Entre el 11 y el 15 de abril, 460 expositores mostrarán sus habilidades artísticas en diferentes texturas como madera, hierro forjado, tejidos, cerámica, cestería, tela, etc. Ellos expondrán sus artesanías en diferentes espacios como las plazas de Chaguarchimbana, El Carbón, Puente Roto, El Farol, entre otros lugares. En algunos sitios habrá espectáculos de danza y juegos pirotécnicos.
Según Caldas, los sectores que mueven la actividad turística en la ciudad están preparados para recibir a los visitantes y que disfruten de estas fiestas.
Daniel Hernández, presidente de la Asociación Hotelera de Azuay, señala que no es la mejor época para el turismo nacional y extranjero, y que aún tienen disponibilidad de hospedaje.
Solo en Cuenca hay 150 hoteles y hostales (5 500 camas). La Cámara de Turismo de Azuay con sus restaurantes, bares y discotecas también se organizaron para brindar una atención de calidad a los clientes. Se está coordinando con la Intendencia de Policía para que los centros nocturnos abran al público hasta las 02:00 durante los días festivos.
La Policía montará operativos especiales de seguridad para reforzar los controles en las vías de acceso y espacios de concentración masiva de visitantes.
Las actividades para festejar otro aniversario de fundación de la capital azuaya
Desde el jueves hasta el domingo, los mercados céntricos de Cuenca ofrecerán hornado, llapingachos, cascaritas, papas con cuero, humitas, etc.
El Comité de Festejos hizo una alianza estratégica con la empresa privada para financiar eventos. En las fiestas se invirtieron unos USD 80 000.
El fin de semana, en el parque El Paraíso habrá actividades culturales y recreativas.
Los restaurantes de la avenida Don Bosco se embanderarán. Allí se preparará hornado y platos de cuy para posteriormente servirlos en porciones a los clientes y visitantes.
El festival del Sancocho y la Cascarita más grande de Cuenca se desarrollará en el sector de El Otorongo. Desde las 10:00 del próximo miércoles participarán chefs de reconocidos restaurantes de la ciudad.
Hoy se desarrolla el denominado Festival de la Risa y del Humor en el parque El Paraíso. Estos eventos se llevarán a cabo entre las 15:00 y las 17:00, al aire libre. También habrá concursos para los niños.
En el convento de El Carmen, ubicado junto a la iglesia, en el Centro Histórico, se puede degustar de la refrescante agua de pitimas que preparan las monjas del convento.