Para disponer de una alternativa a los modernos crossovers europeos como el Audi A3 y el Land Rover Evoque, Volvo no tuvo que crear un modelo nuevo. Le bastó con modificar al compacto V40.
Cross Country es la denominación de la flamante variante ‘off road’, que cuenta con algunos elementos que le permiten tener un desempeño aceptable fuera del asfalto.
Para empezar, su carrocería es 4 cm más alta que la del modelo base, lo cual se traduce en una ventaja a la hora de sortear obstáculos en el camino.
También cuenta con protecciones inferiores delanteras, traseras y laterales de aluminio, además de barras en el techo que permiten fijar una parrilla.
A diferencia del V40 de calle, el Cross Country incluye parachoques de plástico negro, al igual que los retrovisores, por ser más aptos para el uso al que el vehículo está orientado.
No obstante, el fabricante es enfático al señalar que este modelo no pertenece a la gama XC, cuyos modelos XC90 y XC60 tienen cualidades superiores para circular por todo tipo de terrenos.
En el interior sobresalen los siete diferentes colores de iluminación en el cuadro de instrumentos entre los que el conductor puede escoger, así como las cinco tonalidades opcionales para la tapicería.
Como en el V40, los respaldos de los asientos traseros son abatibles en proporción 60/40 para ampliar el maletero y hay diferentes tipos de lonas y rejas para separar la carga de los pasajeros.
Las alternativas de motorización serán numerosas y el V40 Cross Country contará con versiones alimentadas por gasolina y diésel, asociadas a transmisiones automáticas o manuales.
Sin embargo, solo la versión tope de gama contará con sistema de tracción a las cuatro ruedas.
La oferta de gasolina inicia con el T4 1,6 GTDi, capaz de entregar 180 caballos de potencia con un consumo de combustible promedio de 5,5 litros por cada 100 kilómetros y emisiones de 129 gramos de CO2 por kilómetro recorrido.
Le sigue el T4 de cinco cilindros y 2,0 litros, capaz de desarrollar 180 caballos. En él aún no están disponibles las cifras de consumo y emisiones, ya que solo se comercializará en algunos mercados.
Quienes busquen una variante más potente pueden optar por el T5, con 2,0 litros y 213 caballos de potencia, o incluso por el T5 de igual cilindrada pero con la potencia aumentada hasta los 245 HP.
Además de la tracción total, esta variante es la única que contará de serie con una transmisión automática de seis velocidades y un sistema de control de descenso en pendientes pronunciadas.
La gama de motores de diésel incluye tres variantes y va del D2 de 1,6 litros con 115 caballos al D4 turbodiésel con cinco cilindros y 177 caballos, pasando por el D3 de 2,0 litros que desarrolla una potencia de 150 caballos.
Dispositivos tales como el Start/Stop de arranque y parada automáticos, así como el de frenos regenerativos, están presentes en todos los modelos de esta gama para contribuir a la reducción significativa de los niveles de consumo.
La mejor prueba de su eficacia es la relación entre consumo y prestaciones en la variante T5 de 245 HP: el modelo es capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en solo 6,1 segundos y ofrece un rendimiento de combustible de 50 km por galón.
El Volvo V40 Cross Country empezará a fabricarse en noviembre en la planta que el constructor sueco tiene en la localidad belga de Gante. Las previsiones dan cuenta de una producción anual de 17 000 unidades, de las cuales el 50% se destinaría a Europa y la mayor parte de la otra mitad a China.
Fuentes: autocity.com y km77.com
EL MODELO EN DETALLE
Opcionales. El Cross Country ofrece más alternativas de personalización que el V40. Incluso se puede elegir pequeños detalles como la costura de los asientos en color cobre, que hace juego con el tono de la carrocería en el modelo pintado de ese color.
Mercado.La variante ‘off road’ del V40 llegará al mercado europeo a finales de año. Volvo espera conquistar a un público eminentemente joven en busca de un vehículo tan capaz de aventurarse en áreas rurales como de destacarse en la ciudad.