Al español Carlos Moyá, un tipo de 1,90 m, de mirada seria y quien tiene la dicha de identificarse como un ex número uno del mundo, le costaba y mucho jugar contra el ecuatoriano Nicolás Lapentti.
Con de 36 años (15 días menor que el tenista guayaquileño), reconoció que se le hacían cuesta arriba los partidos contra ‘Nico’, como se le dice al ex número seis del escalafón de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP).
Así lo contó ayer en la presentación del Juego de Maestros que se disputa desde las 11:30 en la cancha principal del Club de Tenis Buena Vista, en el norte.
“No había manera de ganarle”, dijo con una sonrisa y agregó que entre sus obsesiones estaban la Copa Davis y “ganarle a ‘Nico’”.
A pesar de la sonrisa el español, que fue número uno del mundo en 1999, lo dijo en serio. Luego hizo memoria y recordó que Lapentti lo derrotó en los cuatro primeros juegos que disputaron en el ámbito profesional y él se tomó revancha en los dos restantes.
Un cotejo que ambos recordaron fue el del 2008 en Costa Do Sauipe, Brasil. Allí, el español remontó y en el tercer set se llevó el triunfo en el ‘tie break’.
Oriundo de Palma de Mallorca, el ibérico reconoció que Lapentti era un deportista muy luchador, que corría por toda la cancha.
El partido de hoy promete y bastante. A los dos se los observa en gran estado físico. Moyá compite en torneos sénior y mantiene una academia en Madrid.
En tanto, ‘Nico’, sin descuidar sus negocios en el ámbito inmobiliario y en el del entretenimiento, no ha dejado de ejercitarse y para llegar en buen nivel disputó dos torneos (tres partidos) en Brasil.
Los dos ex ‘top ten’ coincidieron en decir que extrañaban la adrenalina que se genera al disputar torneos en todo el planeta. “Es para mí un honor jugar en el partido de despedida de un ídolo”, concluyó el fornido deportista que visita por primera vez la capital.