Crear conciencia. Esa debiera ser la lección que deja el esfuerzo de estudiantes, padres y maestros de 118 planteles educativos que condujo a recolectar más de un millón y medio de envases plásticos desechables y obtener un reconocimiento en los Récord Mundiales Guinness, que son datos verificados de prestigio universal.
El reconocimiento fue recibido en la CIMA Kids, efectuada en el parque La Carolina, en el norte de Quito. Los dineros recaudados serán donados en buena parte al proyecto Yasuní ITT.
La iniciativa tiene varios aspectos favorables. Como hemos dicho, la creación de conciencia colectiva sobre la separación de los desechos que dejamos puede ser el más significativo, pero además la alta cifra de botellas recolectadas muestra el alto nivel de consumo de plásticos, productos elaborados con petróleo, una fuente energética no renovable.
Además se genera conciencia sobre el alto grado de contaminación que somos capaces de producir los seres humanos, y de la ineludible responsabilidad social y ambiental de fomentar una cultura del ahorro o de, al menos, una sistemática clasificación de la basura.
Aspectos impositivos, plantas de reciclaje de plásticos para evitar el desperdicio y mover la economía son complementos indispensables y una obligación de los podres públicos.
Otro aspecto positivo sería fomentar campañas de comunicación masiva que estimulen a los ciudadanos con el ejemplo de alumnos y profesores de los colegios recientemente galardonados.
Si se destinasen los millones que se usan para tanta cadena inútil y negativa con propaganda política a aspectos ciudadanos que generen cultura y responsabilidad con la naturaleza, el ambiente y la sociedad, daríamos un gran salto adelante.