Acompañaron a humanos en fase de cuarentena y comieron alimentos de la mano de personas con diagnóstico confirmado de covid-19. Esos factores de riesgo fueron identificados en un estudio que busca medir la incidencia del SARS-CoV-2 en animales en Ecuador.
La fase preliminar se realizó en Guayaquil, en animales de compañía, y ya arrojó información. El 28% de 47 animales evaluados dio positivo al virus.
El análisis es dirigido por el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi) y tiene el soporte de tres universidades. Alberto Orlando, investigador de la institución adscrita al Ministerio de Salud, presentó los avances la semana pasada durante un ciclo de conferencias en la Universidad Agraria del Ecuador, donde también es docente.
La principal pauta fue identificar personas con exámenes confirmatorios de covid-19 y que aún presentaran síntomas de la enfermedad. Este factor fue clave para determinar la dinámica de transmisión del virus.
El análisis agrupó a 47 perros y gatos. Todos pasaron por hisopados bucales y rectales. Las muestras fueron procesadas en laboratorios del Inspi en Guayaquil, donde se realizaron las pruebas RT-PCR.
De 40 perros, 13 estuvieron infectados. Y de siete gatos, uno resultó positivo. La mayoría no presentó síntomas, salvo dos perros. Uno tuvo decaimiento, mientras que otro requirió hospitalización en una veterinaria debido a complicaciones por una diabetes previamente diagnosticada.
Todos los casos positivos tuvieron un vínculo estrecho con sus propietarios, por lo que estudio concluye que los animales fueron infectados por los humanos. “El humano tuvo la capacidad de transmitir al perro, pero el perro no tiene la capacidad de transmitir el virus, ni siquiera a otro perro”, aseguró Orlando.
Un caso en particular lo confirma. El investigador recordó que en una de las casas hallaron cuatro perros y solo dos estaban infectados. La razón es que los animales contagiados incluso dormían con las personas portadoras de covid-19.
“Encontramos cargas virales muy bajas. Son solo hospedadores accidentales”, recalcó Orlando. Además, pidió a las personas tomar precauciones y no recurrir al abandono de las mascotas porque no representan un riesgo.
“No hay que satanizar a una especie determinada. Más bien hay que hacer un mea culpa en el humano cuando se habla de hacer una cuarentena, un aislamiento personal que no debe incluir a las mascotas”, aconsejó.
Los resultados se presentarán ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), organismo que ya ha receptado más de 23 estudios que reportan la presencia del SARS-CoV-2 en animales en distintos países. Argentina, Brasil, Chile, México, Estados Unidos y Canadá han publicado análisis de este tipo en América.
En el mundo se han identificado decenas de coronavirus, algunos exclusivamente en animales. Siete afectan a los humanos, incluido el causante de la actual pandemia, que tienen un origen es zoonótico. “Tiene una similitud del 94% al 96% con el murciélago, pero hubo un salto de un mamífero al humano que aún no se ha demostrado con certeza”, detalla el investigador Orlando.
La investigación local continúa. El proyecto por ahora apunta a evaluar la incidencia del virus en murciélagos y roedores sinantrópicos -de áreas urbanas-, en la zona de Guayas.