Los seleccionados ecuatorianos se unen a clubes de fútbol del Medio Oriente seducidos por el dinero, pero pierden puntos en la Tricolor que intenta clasificarse al Mundial de Brasil 2014.
El entrenador Reinaldo Rueda no ve con agrado, por ejemplo, la salida de Segundo Castillo al club Al-Hilal de Arabia Saudita y la posibilidad de que Christian Benítez también se una a ese equipo. “Perderemos al Castillo del Pachuca o Toluca acostumbrado a jugar en la altitud de México. Tendremos a un Castillo acostumbrado a jugar a nivel del mar”, argumentó esta mañana el seleccionado en una entrevista a Radio La Deportiva.
Castillo es uno de los hombres claves de Rueda en los juegos de eliminatorias en Quito, ubicada a 2 850 metros sobre el nivel del mar.
El esmeraldeño jugó la última temporada en el Puebla de México, país en el que actúan siete futbolistas ecuatorianos. De hecho, ellos son la base de tricolores que conforman la Selección dirigida por Rueda. La prensa mexicana también especuló sobre una posible salida de Christian Benítez al mismo club (Al-Hilal).
En la Tricolor esta realidad es vista como un mal movimiento táctico de los seleccionados. “Ellos son mal asesorados. A poco de una clasificación a un Mundial no es conveniente”, insistió Rueda.
Los empresarios argumentan que el fútbol de Medio Oriente es una buena oportunidad para que los futbolistas mejoren su economía.
Jaime Ayoví, delantero de Liga de Quito, vivió esta realidad. Él dejó el Pachuca en el 2012 para unirse al Al Nassr. Por esto, el jugador debí realizar viajes de más de 18 horas para llegar a los partidos de eliminatorias en Quito y perdió la titularidad.
En el Al Nassr, en febrero, Ayoví sufrió una lesión de la cual se recuperará en un mes en Liga.