La cuarta generación del SUV Toyota RAV4, cuyos orígenes se remontan a 1994, ya está en el Ecuador. Llega con una imagen más urbana y un concepto interior que apunta al confort familiar.
Un contacto directo con este nuevo todoterreno de la casa nipona nos permitió conocer de cerca sus prestaciones y su desempeño, mediante un ‘test drive’ auspiciado por Toyota del Ecuador.
Las impresiones del exterior hablan de un modelo más grande que su antecesor, ya que mide 4,57 metros de longitud y tiene una distancia entre ejes de 2,66 metros. Estas nuevas medidas permiten que el asiento de atrás disponga de 3 centímetros más para las piernas de los ocupantes, lo que redunda en el confort y en la habitabilidad.
Exteriormente, el frontal ya avisa la nueva identidad. Sus líneas están mucho más marcadas, sus faros han incorporado luces diurnas LED y una banda negra recorre el perímetro del auto, dotándolo de un aspecto más ‘off-road’.
La típica rueda de repuesto situada en la puerta trasera ha desaparecido, colocándose ahora bajo el suelo del maletero. Toyota acaba así con la imagen anterior de los todoterreno dotando al RAV4 de un diseño nuevo, de líneas y ángulos que transmiten fuerza y una aerodinámica excepcional, a la vez que ha generado un mayor espacio de carga en el maletero. Pasa de 410 litros a 547 litros, es decir, 137 litros más de capacidad.
El interior es muy espacioso y está configurado con elementos de alta calidad. La instrumentación tiene un color azul hielo (clear blue), moderno y relajante, y posee una consola central con pantalla táctil de 6,1 pulgadas, conectada a un sistema de audio que envuelve toda la cabina de manera discreta. Los controles de sonido están instalados en el volante en forma de teclado y son muy fáciles de operar.
La sensación de conducir el nuevo RAV4 es muy placentera. Por ejemplo, la posición al volante permite al conductor ir más cómodo y tener mejor visibilidad delantera para lograr “una experiencia de conducción más apasionante”, como dice Toyota en su presentación.
La versión que probamos, de 2,0 litros y transmisión manual de seis velocidades, brinda una marcada experiencia deportiva y con altas dosis de seguridad. El RAV4 está equipado con tecnología de punta. Además de los airbags, hay frenos de disco en las cuatro ruedas con el sistema ABS, cinturones de seguridad de tres puntos para los cinco pasajeros, luces direccionales en los espejos retrovisores, asientos con sistema de pretensores, carrocería más liviana y ancha que la versión anterior, con lo que se gana estabilidad y confort, dirección eléctrica EPS, que es más precisa que una hidráulica.
Redacción CARBURANDO