¿Se terminó la etapa dorada de Barcelona…?
Parecería que sí. Pero en los últimos dos partidos, el club catalán ha padecido, ha sido un equipo frágil, sin sorpresas en su delantera; débil en la contención o cierre (como le llaman los españoles a marcar un futbolista). Y en esa estructura han dejado solo a Lionel Messi, a quien ven como su salvador, en todos los partidos.
Los que vimos esta tarde el triunfo del Real Madrid sobre Barcelona (3-1), al igual que en todo el mundo, nos podemos dar cuenta de ese deterioro de identidad en el rendimiento del Barcelona. Muchos saldrán a decir lo siguiente: “pero sí es el mismo equipo”. Por supuesto que es el mismo plantel. Un conjunto que ha pasado por muchas etapas en los últimos 10 meses.
Desde las transiciones de entrenadores por la salida de Pep Guardiola, la llegada y enfermedad de Tito Vilanova y el interinazgo de Jordi Roura, todo eso evidencia una situación crítica que, talvez, pronto será revisada por la dirigencia.
Pero también, acaso no se dan cuenta que los años van pasado y pesan. Y miren con atención que pueden existir las mismas ganas y energías en los futbolistas, pero que contrastan con lo que quiere Real Madrid, donde hay un entrenador (José Mourinho, portugués), polémico, perfeccionista, también arrogante, pero que quiere cada día más, hasta si es posible ganar todo lo que se le presenta en su camino.
El clásico español es sinónimo de fantasía por lo que han construido estos dos equipos a escala mundial en los últimos años, pero por ahora es el Real Madrid el equipo que tomará la delantera y el que talvez pase a dominar estos emocionantes partidos.
Yo hoy me quedo con lo que hizo el Madrid. Un planteamiento sólido: quitó bien atrás, hizo defensa zonal, hasta con siete futbolistas, fue ofensivo. Y lo más importante hizo los goles, más que necesarios, que burlaron al Barcelona en el mismo Camp Nou… Esto es lo emocionante del fútbol.