Irina Gamayúnova Actriz, directora y escritora rusa. Uno de los libros que más me han impactado en los últimos años fue el ‘Ensayo sobre la ceguera‘, de José Saramago. No lo leí en ruso, como hubiese imaginado el lector. Mi acercamiento fue desde el español, y fue espectacular. Cada palabra, cada frase, es una puerta hacia un momento inesperado en esta historia.
El autor con maestría, narra cómo varias personas comienzan a quedar ciegas, y cómo su salvación es casi un imposible. Es una ceguera que no solo queda como una historia fantástica más en la vida del lector. Es un momento para aproximarse a lo que se está viviendo en la actualidad, momentos de ceguera por el poder, por la ambición. En la novela uno se descubre a sí mismo como habitante de ese país cuyos ojos están cerrados y que debe aprender a vivir. ¿Es que acaso las calles de Saramago no suelen ser muy parecidas a aquellas en las que hoy vivimos nosotros? La fuerza de Saramago no solo está en la historia que aborda. Es impresionante el poder de la palabra que él transmite en cada uno de sus escritos. No solo es un verdadero escritor. Es un narrador-creador de nuevas realidades. Con mi historial dentro de las artes escénicas de por medio, a mí nunca me resultó difícil que la imaginación vuele por sí sola.
Pero al mismo tiempo que pone en evidencia nuestras cegueras, este ‘Ensayo sobre la ceguera‘ nos ayuda a quitarnos las vendas que poseemos. Ya nada es igual luego de leer este libro porque lo único que se busca es alcanzar aquella luz que proporciona la sabiduría. Hay conexiones entre todas las personas, y tal vez estamos ciegos por esas vendas que nos hemos autoimpuesto.