Existen análisis cuantitativos porcentuales que ocultan lo cualitativo. De los 11 675 000 votantes, 20% no acudió a sufragar y 12% fueron nulos y blancos; es decir, una tercera parte de la población está desorientada o no le importa lo que pasa con la política, ni siquiera el ‘certificado de votación’. Del 68% restante existe un 42% que votó por el candidato ganador, quedando un 26% para los perdedores, muchos de los cuales ya habrán pensado en jubilarse. ¿Cómo se podrá incluir a este 32% de la población, clave para prximas elecciones?