“Una vez mas la corrupción incrustada en el Gobierno pretende aprovechar el viaje del Presidente para meterme preso”. Así, con esa aseveración, Fabricio Correa, hermano mayor del Primer Mandatario, inició se intervención ante los medios de comunicación, esta mañana en Guayaquil.
El precandidato a la Presidencia de la República por el Movimiento Equipo del que es su director, contó que “como en Carondelet las paredes tienen orejas ya esta semana me informé que por haber destapado la traición de los hermanos Alvarado (Vinicio y Fernando, Secretario de la Administración y de Comunicación del régimen, respectivamente) están planificando detenerme”.
Y dentro de los argumentos que esgrime sobre la “intención de meterlo preso”, y que tienen que ver con el actual escándalo de las firmas en la inscripción de las organizaciones políticas, acota declaraciones hechas este viernes por el fiscal Galo Chiriboga.
“El Fiscal General esta calentando el ambiente y anunció esta mañana de que en Guayaquil van a llevar detenidos, para ir creando el ambiente que permita echarme el guante aprovechando la ausencia del Presidente”.
Correa sumó como “otros hechos sospechosos” una cadena nacional en la que el Presidente de la República lo señaló de haber medido, a última hora, 400 mil firmas, 70% de las cuales son falsas. “Tuve que hacer una rueda de prensa para demostrar con los propios informes del Consejo Nacional Electoral (CNE) que ya en diciembre teníamos 14 500 firmas. Las que nos han rechazado a nosotros no son falsas, son por duplicaciones. En cambio, con la investigación del 10% de las firmas resulta que el Movimiento País tiene 1 millón de firmas sospechosas, muchas más que todas las del resto de organizaciones políticas juntas”.
Mostró un artículo de la agencia oficial Andes donde “un señor Feres Núñez afirma que ha visto a Fabricio Correa comprando bases de datos. Sabemos que a los señores detenidos por el tema de las firmas les han ofrecido la libertad si atestiguan en mi contra. Y a Jaime Solórzano, quien estuvo detenido por el caso Invermun, la semana pasada lo visitó un señor delgado, de terno, nervioso, que no se identificó y que le dijo que si me denunciaba por lo de las firmas le borraban el tema Invermun. Es obvio que me están montando una historia para meterme preso”.
Durante la rueda de prensa, en su domicilio en la Urbanización Los Ceibos, estuvo acompañada de su esposa Tatiana y de tres de sus cinco hijos: Juan José, Sebastián y Sarita.
Su esposa denunció que “hoy nos vuelven a amenazar pero lo único que va a lograr eso es que nos unamos como siempre más. Por eso yo responsabilizo al Gobierno Nacional de la integridad de m esposo y de mis hijos”. Luego se le quebró la voz y quedó en silencio.