Escuche a la directora de la Casa de la Danza hoy a las 19:00 en Platinum FM y Radio Quito.
¿Por qué la danza?
Descubrí ese espíritu danzante siendo alumna del Colegio 24 de Mayo. Fue maravillosa la primera clase con el maestro Robin Gallardo.
¿Cómo, a partir del cuerpo, se puede generar la libertad?
Pudiendo entender que el ser humano es un mundo maravilloso, esta unidad del cuerpo, la mente y el espíritu.
¿Su arte es una expresión de libertad?
El arte es una expresión, una forma de hablar, de dar tu criterio. Si a mí un día me niegan ese derecho, yo no lo aceptaría, cojo mis alas y así me toque irme a la punta de la montaña lo haría. Si un día a mí me quieren cortar mi expresión, imponerme lo que debo decir o lo que no debo decir o calificar mi arte, yo tengo que defenderme. Puede ser que mi arte guste o no; mi trabajo va más allá de eso. Es lo que yo construí, lo que yo le entrego al mundo y tengo que defenderlo.
¿Qué significa para usted la danza?
Después de cuatro décadas puedo decir que la danza ha sido un camino de desarrollo humano. Mi pasión y mi obsesión ha sido llegar a todos los sectores como bailarina, maestra, abriendo espacios, incluso gestando espacios para que todo el mundo viva esto; es decir entregar lo que yo he encontrado.
¿Cómo fue el camino para llegar a esto?
Fui muy intuitiva y me dejé guiar por el corazón.
¿Cómo prepararse para llegar a ser excelente?
El arte te exige fidelidad. Hay valores que mantengo en el arte, y que aprendí en la cuna. Mi madre me decía: “Susana nunca aceptes algo que se vaya en contra de la vida, en contra de la dignidad humana”.
¿Desde la niñez ya visualizó este porvenir?
Para mí, de niña, el circo determinó que entrase en el mundo de los sueños y de la sensibilidad. Me trasladé a esa incesante búsqueda de la libertad relacionada con esto, para no sostenerme en ninguna estructura establecida sino para volar.
¿La mujer ha sido una temática para usted?
Sí. Recuerdo que cuando monté“Lavanderas”, además de buscar el movimiento, el tema se entretejía con el amor.
Cuéntenos sobre su proceso de formación.
No se acaba. Sigo tomando cursos, siempre estoy en cero. Tengo autodisciplina.
¿A cuántas personas ha formado?
Creo que he sido fundamentalmente una motivadora, una impulsadora. Mi único anhelo es dejar una huella en alumnos y espectadores. Creo que he sido una maestra absolutamente entregada y lo sigo siendo. Son cientos de niños y de mujeres a los que he enseñado.
¿A qué comunidades llevó su trabajo al inicio?
Fui a Cotopaxi y empecé con las fiestas. Fui alumna del gran maestro Leonardo Tejada, de los primeros de este maravilloso movimiento. Tuve la suerte de haber estado en el Instituto Nacional de Danza. Tuve maestros como Gerardo Guevara en la música, el maestro Mario Moreno, el maestro Molinari en la pintura.
HOJA DE VIDA
Susana Reyes
Bailarina, con 40 años de carrera. Fundadora y directora de la Casa de la Danza desde 1991. Con una producción de más de un centenar y medio de coreografías.
Para ella la libertad es innegociable y así es como vive su arte.