Hay para quien aprender Historia puede resultar tedioso, otros aprenden los hechos de la antigüedad con fervor casi religioso. Existe, sin embargo, una forma divertida en la que todos pueden acercarse a ella: las artes escénicas.
‘El País de la Canela’ es la obra que presentó el jueves 7 y viernes 8 en el Teatro Variedades, el Círculo de Artes Escénicas, en una coproducción con el grupo Tryo Teatro Banda de Chile, y busca recuperar el gusto por la Historia de nuestro país a partir de su conjugación con el teatro, el circo y la juglaría.
Esta puesta en escena hace un acercamiento al descubrimiento del río Amazonas a cargo de dos figuras históricas: Francisco de Orellana y Gonzalo Pizarro, y su búsqueda por las especias que en realidad los llevaron a desembocar en el Atlántico.
A ellos se suma el personaje ficticio de una indígena que es la esclava de Pizarro que se vuelve la voz de su conciencia y lo ayuda a tomar decisiones sobre su viaje.
El tema fue escogido por el grupo ya que considera que “el río de las amazonas” tiene un valor histórico que aporta desde siempre en la historia mundial.
La juglaría se mostró con narraciones rimadas y una entonación poética. El circo estuvo presente con saltos, danza, prestidigitación y lenguaje corporal.
La música, pegajosa y divertida, acompañó a las palabras de los tres juglares (Matías Belmar, Tanya Sánchez y Jairo Galindo).
Incluso, los trajes utilizados por los actores hacían alusión a la época en la que la narración oral representaba una de las principales fuentes de enseñanza para el pueblo.
La propuesta juglaresca resultó colorida y dinámica. La personalidad de cada personaje fue creada por los actores. Cada representación arrancó risas.
Aunque hubo algunos problemas de proyección de la voz y algunas frases no pudieron escucharse con claridad, no se perdió el hilo conductor de la historia. Los elementos del escenario se volvieron parte del juego de la representación en que todos fueron parte de la Historia.