La estructura metálica se observa en gran parte de las paradas del transporte Metrovía. Además de una ventanilla de recaudación, hay puertas rehabilitadas, sillas para esperar y puertas corredizas de aluminio para acceso a los buses, que permanecen abiertas, porque los sensores eléctricos no funcionan. Con las puertas abiertas algunos usuarios saltan directamente a la acera, y evitan recorrer varios metros para acceder a la salida de la parada.
La rehabilitación e instalación de las puertas de las paradas (en la estación Seminario-Carcelén) costó USD 214 700, mientras que la instalación de controles automáticos y automatización de las puertas corredizas, USD 497 581. En total fueron USD 712 281. Para ejecutar la obra, la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas del Municipio de Quito, (EMOP-Q) no llamó a un concurso públi- co de ofertas, como manda la ley de contratación. Tampoco hubo una licitación.
La adjudicación, que se concretó en la anterior administración municipal, se hizo a dedo. Eso se desprende de los resultados de un examen especial de ingeniería de la Contraloría, que determinó responsabilidades administrativas, civiles y penales. En el proceso de contratación intervinieron 12 ex funcionarios y cinco contratistas. El informe con los indicios penales fue remitido a la Fiscalía.
La auditoría empezó el 27 de junio del 2007 y concluyó el 31 de marzo del 2011. En mayo del 2007, la EMOP-Q, contrató la rehabilitación, instalación de puertas y automatización en las paradas del Corredor Central Norte, desde la parada San Gabriel hasta la Corazón de Jesús, en el norte, en Carcelén. En total son 32 paradas (10 en el sentido norte o sur tienen el mismo nombre).
Para la presentación de ofertas fueron invitadas 18 personas naturales. Para ello, se hizo una subdivisión de contratos, en lugar de ejecutar una sola contratación. Para cada proceso fueron divididos en grupos de tres.
La ley no permite subdividir contratos, sin embargo, en este caso se concretó para evitar una licitación pública, según concluyó el informe final de auditoría. Los responsables de este procedimiento fueron el ex Gerente General y el ex Director Técnico. Por lo tanto, la selección fue antitécnica para los seis procesos de contratación. Así se incumplió el artículo 40 de la Ley de Contraloría.
Tampoco existió la apertura de sobres en un acto público y solo el Gerente Técnico suscribió el acta de apertura.
Procesos de contratación
El especialista en el sistema de automatización, a quien los seis contratistas encargaron la obra informó, el 6 de mayo del 2011 ante los auditores, que el costo de cada kit instalado fue USD 1 500, lo cual incluyó su utilidad. Esto encareció el precio del sistema de automatización, que ascendió a USD 206 719. Con la subdivisión de contratos se fijaron montos que no superaban el límite que la Ley de Contratación (USD 195 000). Por eso, las contrataciones se sujetaron a las normas internas de la entidad, cuando legalmente debía hacerse un solo contrato, según la Contraloría.
Además, la Unidad de Contrataciones de la EMOP-Q concretó los convenios sin contar con los estudios y planificación previos. No se verificaron planos, cálculos reales de volúmenes de obra, cronograma de trabajo ni tampoco el análisis de precios unitarios referenciales de acuerdo con especificaciones técnicas.
Luego de la verificación física a las paradas (del 3 al 5 de mayo del 2011), se evidenció que los contratistas tampoco se ajustaron a las especificaciones técnicas. Por el contrario, el Fiscalizador y el Supervisor aprobaron planillas por USD 65 642, sin un sustento técnico. Entre los incumplimientos se señalan, entre otros, los problemas en las puertas corredizas, cuyas dimensiones para cada parada son distintas.
Todos los contratistas instalaron vidrios claros, cuando debían ser de color bronce. Tampoco se instalaron las puertas con las medidas establecidas en su informe. Si bien el vidrio fue color bronce, no fue colocado el vidrio de seguridad, sino un vidrio flotado.
Los integrantes de la Comisión Técnica de recepción de obras suscribieron las actas de recepción provisional, sin constatar el cumplimiento de las especificaciones.
Pese a que los contratos se iniciaron el 2007, actualmente los problemas para los usuarios persisten. Una periodista de este Diario hizo un recorrido por 12 paradas del norte y constató que el sistema de automatización aún no está funcionando.
“Ya son varios meses que pasan abiertas las puertas. Aún no han instalado los sensores”, expresó una de las recaudadoras de las paradas. Otra de sus compañeras aseguró que la gente aprovecha para saltar a la calle, para evitar caminar un trecho más largo. Además, varias paradas de los articulados del Corredor Central Norte no funcionan.
Mientras las puertas continuaban abiertas en la parada La Y, en sentido sur-norte, Francisco Chiluisa aprovechó para saltar de la estación a la acera. “Si voy hasta el final del andén me demoro más para llegar a mi trabajo”.
Otra de las recaudadoras aseguró que esas imprudencias son recurrentes. “A los usuarios no les importa arriesgar sus vidas, a nosotros nos insultan cuando les reclamamos. Una ocasión, un usuario no se dio cuenta que venía el bus en sentido contrario y casi ocurre un accidente”.
La versión de los auditados
En el examen final de los auditores también se recogen las versiones de las ex autoridades involucradas en las presuntas irregularidades.
Luego de la lectura del borrador del informe, los entonces jefe de la Unidad de Contrataciones, el ex Gerente general de la EMOP-Q, el ex Gerente Técnico, el supervisor, fiscalizador y el técnico de electrónica asignado como apoyo a la fiscalización entregaron a los auditores documentos anexos, afirmando que existió la debida planificación en los procesos asignados. El desglose de costos indirectos sin firma y la solicitud de reprogramación del crédito suscrita por el
Gerente general de la empresa se presentan en copia simple y datan del 2007. Además, las hojas con membrete de la Epmmop, en las que se elaboraron estos documentos, corresponden al actual logotipo de la institución, establecida como empresa pública el 5 de mayo del 2010, y al ser los documentos presentados en copia simple, no son confiables para desvirtuar el comentario de auditoría.
Según el entonces Jefe de la Unidad de Contrataciones “el Corredor Norte se encontraba en servicio, la Emmop consideró este hecho y planificó realizar los trabajos en forma individual, en cada una de las paradas, sin causar afectación a la operación del sistema de transporte”.
Para el equipo de control de la EMOP-Q, la asignación de los contratos a una persona natural, supuestamente demostró la factibilidad de contratar todo el sistema de automatización, mediante un solo proceso licitatorio sin afectar la operación del sistema.
Una vez que la Contraloría expidió su examen final, el siguiente paso será el establecimiento de glosas a los involucrados.