El papa Francisco emitió un decreto introduciendo recortes proporcionales a partir del 1 de abril del 2021. Foto: EFE
El papa Francisco ordenó a los cardenales que recortaran el salario del 10% y se redujeron los sueldos de otros clérigos que trabajan en el Vaticano para salvar los puestos de los empleados comunes, ya que la pandemia del coronavirus ha afectado los ingresos de la Santa Sede.
El Vaticano dijo este miércoles 24 de marzo del 2021 que Francisco emitió un decreto introduciendo recortes proporcionales a partir del 1 de abril. Un portavoz indicó que los empleados laicos de menor nivel no se verían afectados por los recortes.
Según una Carta Apostólica o decreto pontificio, el Papa reducirá 10% el salario de los cardenales, 8% el de los cargos superiores de la Curia y un 3% el de religiosos y eclesiásticos con funciones no dirigenciales.
La reducción, que entrará en vigencia el 1 de abril, no se aplicará a personas que puedan demostrar que les es “imposible afrontar gastos conectados con el estado de salud” personal o de un familiar de hasta segundo grado.
Se trata de “tomar medidas para la contención de gastos para el personal de la Santa Sede, la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y otros organismos relacionados” con un Motu propio, un documento firmado por el pontífice, publicado este 24 de marzo.
El Papa explica que, “a raíz de la emergencia sanitaria provocada por la propagación del covid-19, que afectó negativamente a todas las fuentes de ingresos de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano”, ha tomado la decisión de reducir los sueldos para, sobre todo, garantizar todos los puestos de trabajo.
Por ello, a partir del 1 de abril, la remuneración de los cardenales que trabajan en la Santa Sede se reduce en un 10% con respecto al último salario pagado, mientras que la rebaja es del 8% en el caso de aquellos que tienen el cargo de superiores y del 3% a eclesiásticos y religiosos.
También en el período comprendido entre el 1 de abril de 2021 y el 31 de marzo de 2023 se suspende el devengo de los incrementos de antigüedad de dos años, excepto para los empleados laicos desde el primer al tercer nivel del escalafón, es decir, los sueldos más bajos.
Estas disposiciones además de a todos los trabajadores de la Curia, del Governatorato (el Gobierno de la Ciudad del Vaticano) y de otros entes relacionados, se aplican también al Vicariato de Roma, a las Basílicas papales de San Pedro en el Vaticano, de San Juan de Letrán y de Santa María la Mayor, así como a la Fábrica de San Pedro y a la basílica de San Pablo de Extramuros.
El reciente presupuesto de la Santa Sede aprobado para 2021 será el más restrictivo de la historia reciente de la Santa Sede y, a pesar de ello, se esperan cerca de 50 millones de deuda.
El prefecto de la Secretaría para la Economía, el ministro de las finanzas vaticanas, Juan Antonio Guerrero Alves, explicó recientemente que se ha implementado un importante plan de ajuste con una reducción total de gastos prevista del 8% y destacó que “la protección de los puestos de trabajo y los salarios ha sido una prioridad”.
Si en 2019 los ingresos fueron de 307 millones de euros, en este año habrá un 30% menos, 213 millones, apuntó, mientras aún se esperan los datos de 2020.