Las reflexiones que seis profesionales de los medios de comunicación hacen sobre periodismo de investigación aparecen en una nueva publicación de la Fundación Andina para la Observación y el Estudio de Medios (Fundamedios). Periodistas ecuatorianos como Arturo Torres, Christian Zurita, Mónica Almeida y Jeaneth Hinostroza, curtidos en el oficio de investigar, hablan desde sus experiencias y dan guías para todos aquellos que quieran realizar trabajos de largo aliento.
El libro, titulado “Antídoto contra el silencio”, quiere poner en debate el rol que debería tener el periodismo y el aporte que hace a la ciudadanía.
En las narraciones de los periodistas se recuerda que uno de los pilares del periodismo es la fiscalización del poder público. Además se hace referencia a varias herramientas para hacerlo de manera profesional.
La publicación empieza con una contextualización del periodismo de investigación en América Latina, aunque se enfoca en datos sobre la situación de Argentina. Su autor, el periodista argentino Daniel Santoro, se centra en la situación de su país y habla del kirchnerismo y del conglomerado de medios oficialistas, que empezó a formarse en 2003 y que suma 150 a la fecha.
“El periodismo de investigación latinoamericana ya sobrevivió a las dictaduras que asolaron el continente, a los gobiernos neoliberales y, ahora, a aquellos intolerantes ante la crítica y el pluralismo informativo”, concluye Santoro.
César Ricaurte, director de Fundamedios, hace un repaso de lo que él denomina un cerrojo informativo que se vive en Ecuador. Aporta datos recogidos por Fundamedios, como las 577 agresiones registradas contra periodistas desde 2008.
En el texto también hay una exposición del marco legal que dificulta el trabajo de los medios. Menciona a leyes como la Participación Ciudadana, el Código de la Democracia. Asimismo, a manera de anecdotario, se habla de hechos como las demandas del Presidente de la República contra diario El Universo y contra los autores del libro ‘El Gran Hermano’.
Ricaurte también menciona casos menos mediáticos como el cierre de La Voz de la Esmeralda Oriental y los ataques desde el Régimen al Sistema Interamericano de Derechos Humanos. “Lo que más nos debe preocupar es que los representantes del Gobierno y sus partidarios se declaren dueños de la verdad. Cuando un régimen político se proclama depositario de la verdad, es claro que toda disidencia, crítica y oposición, debe ser castigada”, señala Ricaurte.
La publicación también hace un alcance a los retos de la era digital. Paúl Mena Erazo y Fernando Astudillo hablan del cambio de formato y del cada vez más caduco “ayer” que tiende a desaparecer en las notas.