La Fiscalía acusó al esposo de Lisbeth Baquerizo por la muerte de la mujer, ocurrida en una vivienda en Guayaquil. La familia de la víctima ha reclamado a las autoridades para que se haga justicia en este caso, en donde se simuló un accidente en casa. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
56 días han pasado desde que Lisbeth Baquerizo fuera asesinada en el interior de su casa, en Guayaquil, el 21 de diciembre del 2020. Su esposo, un familiar de él y el maquillista de una funeraria son acusados por la Fiscalía este jueves 11 de febrero del 2021.
Según las investigaciones, Baquerizo murió por golpes en su cuerpo y por una herida en la parte superior de la cabeza que fue cubierta con pegamento y tapada con su cabello.
También los moretones en el cuerpo de la víctima fueron cubiertos con maquillaje.
Las investigaciones revelaron que la manipulación del cadáver se hizo con el objetivo de simular que la joven había caído por unas escaleras y había muerto de forma accidental.
Sin embargo, las pesquisas establecieron sospechas sobre el esposo, quien huyó del país, un familiar y el funcionario de la funeraria contratada para enterrar a Baquerizo al día siguiente de su muerte, y tramitar la causa de defunción como un aparente paro cardíaco.
La audiencia se desarrollaba hasta pasadas las 11:00 del 11 de febrero, en la Unidad Judicial Penal de Guayaquil. Katy Muñoz, madre de la víctima, critica que esta haya demorado más de un mes, pues cree que desde diciembre la Fiscalía tenía todos los elementos necesarios para imputar cargos por femicidio.
En este caso, la Fiscalía solicitó la exhumación del cuerpo para recoger restos óseos. Muñoz también rechazó el pedido y cree que hay un intento por dilatar el proceso.