En campaña besan a los niños, saludan con los indígenas, acarician a los de la tercera edad, se vuelen sinvergüenzas, se convierten en buenos seres, se vuelen honestos, son bondadosos, ofrecen todo, se vuelen magos, se vuelven genios, cantantes, bailarines, hasta conseguir lo que anhelan, aquí podríamos afirmar que “el fin justifica los medios”.
Luego de que pasan las campañas, “no te paran bola” y lo que ofrecieron se olvidan, esos son los oportunistas, los politiqueros, los chantajistas, no te cumplen con lo que ofrecen y el pueblo sigue pobre y debe trabajar duro para ganarse el pan diario, esta es la vida en plena campaña.
Luego el pueblo acude a las urnas y no sabe por quién votar y se acuerda de algún personaje y le da el voto, el que gana es aquel que mintió más, el astuto, el incapaz, el corrupto (no siempre), frente a esto el país anda “jodido” y sin remedio alguno. Engañado, utilizado, más pobre, con hambre, etc. Por esto y mucho más debemos pensar en quién votar, buscar alternativas, de donde no existen. Ojalá, Dios nos de la sabiduría necesaria para tomar la mejor decisión, esa que hará que nuestro país no se hunda y que su población continúe por caminos de progreso y desarrollo, Ojalá.