La pareja está acusada por los delitos de robo y fraude en Sudáfrica. Foto: Captura
La fuga de Sudáfrica del famoso predicador evangélico Shepherd Bushiri y de su esposa, ambos acusados de delitos de robo y fraude valorados en casi 5,5 millones de euros (USD 6,5 millones), ha desatado un escándalo en la nación austral y ha tensado las relaciones con Malaui, país al que ha huido la pareja.
La fuga ha dejado en evidencia a las autoridades sudafricanas hasta el punto de que el ministro del Interior sudafricano, Aaron Motsoaledi, tuvo que comparecer este martes 17 de noviembre del 2020 ante el Parlamento para dar explicaciones.
“Sufrimos (problemas) de fronteras porosas”, admitió Motsaledi en la sesión parlamentaria.
El escándalo comenzó este fin de semana, cuando los Bushiri publicaron un comunicado en su página de la red social Facebook -que cuenta con casi 4 millones de seguidores- anunciando que se encontraban “temporalmente” en Malaui, el país de donde es originario el mediático pastor, debido a amenazas de muerte y a la falta de protección por parte de las autoridades sudafricanas.
“Nuestra llegada a Malaui, por tanto, es una retirada táctica de la República de Sudáfrica con el único propósito de preservar nuestras vidas”, aseguraba el comunicado del pastor evangélico.
La fuga, de la que no se tenía conocimiento público en Sudáfrica hasta que el propio predicador lo anunció en las redes sociales, causó un gran revuelo y ha evidenciado la falta de seguridad en las fronteras sudafricanas y de control de la propia Policía y del sistema judicial, pese a tratarse de dos imputados de alto perfil y con graves cargos en su contra.
El matrimonio Bushiri, que cuenta con una legión de seguidores de todo el continente africano, se encontraba en libertad bajo fianza por delitos de robo, lavado de dinero y fraude por valor de 100 000 millones de rands (casi 5,5 millones de euros).
Según contó hoy al Parlamento el ministro de Interior, a raíz de la fuga se descubrió que tenían 5 pasaportes cada uno y que sus permisos de residencia permanente en Sudáfrica habían sido obtenidos de forma irregular.
Este lunes 16 de noviembre, la Policía sudafricana emitió una nueva orden de arresto contra el matrimonio y se les revocó la libertad condicional.
La fuga del controvertido pastor, que se jacta de poder hacer milagros y lleva un lujoso nivel de vida al frente de la denominada Iglesia del Encuentro Cristiano Iluminado, está, además, tensando las relaciones con Malaui.
La huida coincidió con una visita oficial del presidente de ese país, Lazarus Chakwera, a Sudáfrica, para reunirse con su homólogo Cyril Ramaphosa, el pasado viernes.
En el país austral surgieron rumores de que el equipo presidencial podría haber colaborado en la fuga y, a raíz de esto, el Gobierno de Malaui emitió un comunicado no solo desmintiéndolo, sino quejándose del trato que Sudáfrica dispensó a la comitiva presidencial en su partida y que derivó en un retraso “inexplicable” de varias horas por “razones de seguridad” desconocidas.
El Gobierno sudafricano también desmintió después cualquier relación entre la visita de Chakwera y la fuga de los Bushiri.
De no retornar voluntariamente, ambos países deberán revisar opciones de extradición para que el predicador y su esposa respondan por los cargos pendientes en Sudáfrica.
Los predicadores de este tipo proliferan en Sudáfrica y otros países africanos, con amplias legiones de seguidores que costean extravagantes estilos de vida y que en no pocas ocasiones se topan después con la Justicia por delitos de fraude o incluso abusos de sus fieles.