El automasaje relaja el rostro, estimula la circulación y disminuye la hinchazón. Foto: Ingimage
Nuevos utensilios salen de las estéticas y se adaptan para el automasaje facial. El rodillo de jade y la guasha abrieron el camino. Ahora llegan el rodillo tailandés, las esferas de hielo y los masajeadores con efecto frío.
El uso de estos instrumentos busca relajar los músculos del rostro, estimular la circulación, disminuir la hinchazón y eliminar toxinas. El resultado, dicen las expertas, será una piel luminosa, tersa, tonificada y saludable.
El rodillo tailandés se caracteriza por tener dos esferas a los lados. La marca ecuatoriana Organik trabaja con un artesano para su elaboración. Se emplean tagua y madera.
Karina Paredes, fundadora de la firma de cosméticos, dice que el utensilio debe incluirse en una rutina de cuidado diaria. Para que el rodillo corra, hay que aplicar un ‘serum’ u otros productos similares.
Su uso es sencillo. Hay que trabajar por franjas: superior, media e inferior. Se debe partir siempre del centro y avanzar hacia afuera y hacia arriba.
“El beneficio más importante es la relajación”, dice Paredes. Explica que en el rostro hay puntos reflejos del cuerpo y al estimularlos se promueve la relajación integral.
Las esferas de hielo actúan con el mismo principio. Se diferencian pues unifican la función de un rodillo con la acción del hielo sobre la piel. La maquilladora Rossana Costales las usa en su rutina diaria, pues -asegura- mejora la circulación y drena toxinas.
Son elaboradas con un vidrio que puede permanecer en el congelador sin sufrir alteraciones. Aunque deben usarse mientras están frías, no causan quemaduras como sí lo haría un cubo de hielo.
Se usa en la cabeza, cara, cuello y escote. “Es un masaje suave, genial para las pieles sensibles, con rosácea, acné o hinchazón”, dice la experta. También se pueden utilizar para calmar la piel después de una depilación.
El masajeador con efecto de enfriamiento es muy similar a las esferas de hielo, aunque su forma es diferente. Es un artículo que también debe ser congelado antes del uso.
Tiene una punta redonda que sirve para estimular zonas específicas, como los párpados, el sobrelabio y la nariz. Su base se usa para masajear áreas amplias, como la frente, pómulos, cuello y escote.
Ana Belén Herrera, administradora de The Glam Lounge Spa, explica que el Thema Queen Cooling Massage, la marca que se vende en este centro, tiene mayor éxito en pieles grasosas. “Elevar la temperatura de la piel en un grado aumenta en 10% la secreción de sebo”, explica Herrera. Por ello, dice, es necesario reducir el calor.
Este masajeador también se usa para disminuir la inflamación tras cirugías, depilaciones y limpiezas faciales.
Para emplear de forma óptima las tres herramientas, se recomienda al usuario revisar imágenes del sentido de los músculos, pues hay que seguir estás líneas.