Hace unas pocas horas, desde su exilio, el ex presidente Abdalá Bucaram Ortiz (60) lanzó su candidatura presidencial para las elecciones ecuatorianas del próximo 17 de febrero.
Acto seguido, el mandatario, Rafael Correa, anunció que si ingresa a Ecuador, Bucaram irá preso. “Correa me tiene miedo y por eso me proscribe“, le dijo Bucarám a El Universal
“Ese tipo, — explicó refiriéndose al mandatario ecuatoriano al que calificó de ‘mitómano compulsivo y traidor’— sabe que le gano; él tiene encuestas que desde hace tres meses le dicen que la mayoría está con Bucaram”.
“Está haciendo cualquier cosa para su reelección”, afirmó el ex presidente del Ecuador, derrocado en 1997, entrevistado en su departamento del elegante barrio de Punta Paitilla de Ciudad de Panamá. Este es un resumen de lo que dijo:
¿ Usted sostiene o cree que no serán limpias o libres las próximas elecciones en Ecuador?
¿Y usted cree que pueden ser limpias unas elecciones donde el candidato presidente reparte unos bonos populares de 30 dólares, asegurándole la pobreza a la gente, pero a la que amenaza con quitárselos si no lo votan?
Un candidato que cuenta con USD 300 millones del presupuesto del Estado para su campaña, mientras que al resto de los candidatos sólo se les permite invertir USD 2,2 millones, en una relación de 150 a uno. En una campaña donde los candidatos no pueden ser entrevistados por la prensa independiente y donde su propaganda y sus cuñas televisivas deben se aprobadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), cuyos miembros son todos de Correa.
Ningún candidato puede hacer nada sin la previa autorización de esta censura previa de los hombres del presidente. Nadie puede ser espontáneo en la campaña, nadie puede tener una idea, todo debe ser aprobado por Correa.
Nadie puede tener el talento de Messi en la cancha para hacerle un gol. Y mientras tanto el tipo (Correa) tiene 4 canales del Estado y 600 radios a su servicio las 24 horas. A los otros no les toca ni una.
Él hace una cadena nacional de tres horas por semana y además la cadena nacional está a su disposición y de sus ministros y voceros para cuando se les ocurra: en medio de un partido entre el Real Madrid y el Barcelona o la mejor telenovela o un concurso de Miss Universo.
¿Le parece que se puede hablar de elecciones limpias? Y por si fuera poco proscribe candidatos y muy especialmente a Bucaram, que él sabe que es el que le puede ganar.
En ese contexto que acaba de describir, ¿igual cree que usted ganaría?
Seguro que ganaría. Pero más seguro está Correa de que le gano. Se lo dicen las encuestas que hace el propio gobierno. Por eso ya desde hace unos meses ha prohibido a los medios ecuatorianos que me citen y citen mis declaraciones y ha hecho gestiones ante el gobierno de Panamá para que me no me permita hablar. Pero yo no violo mi condición de exiliado, porque yo nunca digo nada que pueda afectar las relaciones entre los países. Él tiene miedo y sabe que yo le gano y por eso cambió.
Porque ustedes, en algún momento, tuvieron un acuerdo político, ¿no?
Sí, un acuerdo, en diciembre del 2008, que le permitió llegar a la presidencia. Fue cuando él, con todos los documentos sobre mi caso, dijo que yo había sido víctima de una infamia, que había sido un perseguido de (el ya fallecido ex presidente) León Febres Cordero, que no había ningún fundamento constitucional que justificara lo que me ocurrió (la destitución), que era un perseguido político y que toda la documentación que él tenía probaba que lo que hicieron contra Bucaram fue un golpe de Estado. Y todo eso fue televisado y lo dijo públicamente.
Y ahora soy una basura. ¿Por qué? Y me quiere meter preso ¿Por qué? Es muy sencillo. Él sabe que Bucaram es el amor primero y el patrimonio de los pobres y que ahí poco le sirven los bonos de 30 dólares.
Entonces modifica ilegal e inconstitucionalmente las leyes y reglamentos electorales. Y como la Constitución sólo impide que sea candidato aquel que tenga sentencia ejecutoria en procesos judiciales y yo no la tengo, él hizo reglamentos ilegales que obligan a los candidatos a estar presentes y como hay orden de captura contra mí por delitos que se inventaron —como él mismo antes sostenía— me meterían preso.
Todo, una maniobra para impedir que yo sea candidato y para proscribirme. Todos recordamos a (el boxeador George) Foreman que le pegaba a todos mientras (Mohamed) Alí estaba preso. Pero cuando Alí volvió lo noqueó. (Correa) sabe que está compitiendo contra nadie. Sabe que el único que lo puede enfrentar y ganarle es Bucaram.
Él me llama “Tarimero populista“, porque sabe que desde la tarima (tribuna) no puede enfrentarme ante el corazón de los pobres. Él no tiene lágrimas que contar y no puede enfrentarse a un hombre como Bucaram, que tiene un valle de lágrimas que contar a su pueblo.
Un hombre con cuatro exilios, 57 juicios penales, dos veces acusado por las Fuerzas Armadas de traidor a la patria, por esas Fuerzas que destinan un alto porcentaje del presupuesto del Estado a la compra de armas en un país de paz. ¿A quién vamos a matar?
De todas formas, con ese escenario que usted plantea, ¿Correa ganaría?
Sin elecciones limpias, con proscripciones, sin libertad de expresión, calificando de prensa corrupta a todos aquellos medios que son independientes, persiguiendo al que disiente, imponiendo a sangre y fuego su verdad, mintiendo continuamente, como mitómano compulsivo que es.
Ganará, sí, pero en un acto de cobardía porque será una batalla sin enemigos. Será una victoria sin honor, que en el caso de él no es extraño porque lo que se hereda no se roba. Y esto lo sabe todo el mundo, le viene de su padre y aunque él dice que lo reniega, no conozco pata de mango que dé cebollas e hijo de culebra culebrilla es. No tiene autoridad moral. Además, por otra parte, no podemos esperar que suceda otra cosa diferente, que pase lo que pasa en las democracias.
¿Usted dice que en Ecuador no hay democracia?
Es que no se puede hablar de democracia en un país donde todos los poderes están concentrados en una sola persona. Correa maneja los jueces, al consejo electoral.
No se puede hablar de democracia en un país donde el 60% de los medios de comunicación está en poder del Estado y el resto están censurados a través de una justicia dominada por el presidente que es el único dueño de verdad, y la impone a través de cualquier medio, lo estamos viendo todos los días. Hay que adecuarse a su verdad. A cada paso surgen ejemplos, no es que lo diga yo.
Correa dice que es de izquierda. Socialista. No tiene vergüenza. Izquierda es solidaridad, es redistribución de la riqueza, es probidad y aquí estamos ante una banda que está vaciando el Estado a la vista de todo el mundo. Casos de nepotismo flagrantes. Millonarios de un día para otro.
Estamos ante un Estado totalitario, antidemocrático, de extrema derecha, corrupto, de grandes negociados, como el de los celulares; si no pregúntenle al mexicano, y al servicio del imperialismo; le vende casi todo su petróleo a Estados Unidos a un precio muy por debajo del de mercado y, por supuesto, con una muy buena ganancia para los intermediarios.
Es más, Correa ha transformado a Ecuador en un país exportador de drogas. Hasta en una valija diplomática han encontrado cocaína, sin que pase nada en Relaciones Exteriores, por supuesto. Parece que en lo que nos estamos transformando, sí, es en una narcodemocracia.
No ve salida, entonces
Siempre hay salidas. Hoy la salida es Bucaram. Por eso Correa no quiere que sea candidato. Por eso no quiere que hable y me quiere tapar la boca. Hace unos meses me quitó una radio que era mía y se la dio a uno de esos diputados nuevos millonarios. Pero todos saben que la salida es Bucaram. Incluso los que antes me tumbaron. Los que estuvieron en contra mía. Y no me voy a callar.