[[OBJECT]]En la casa comunal del barrio Mena del Hierro (noroccidente de Quito) se levantó una capilla ardiente la mañana de ayer. Allí, más de 150 personas entre conocidos, familiares y deudos del empresario Gonzalo E. mostraban su indignación en medio de abrazos de solidaridad. Él fue asesinado el viernes cuando 10 hombres vestidos como policías y militares interceptaron su camión y trataron de secuestrar a su hijo. Esto, según versiones de los agentes.
El primero de sus cuatro hijos, y quien gerenciaba la empresa familiar que Gonzalo E. levantó hace 15 años, señaló que él y su padre se dirigían a la planta de elaboración de embutidos, cuando fueron interceptados por sospechosos. Los desconocidos simularon un operativo de tránsito para detener la marcha del vehículo.
Teresa S., una vecina de Mena del Hierro no podía contener las lágrimas mientras lo recordaba.
La mujer cuenta que la víctima vivía desde hace más de 40 años en el sector y contaba con la gratitud de los moradores por las plazas de trabajo que dio en su negocio a unos 10 vecinos.
“Ahora venimos a despedirnos. ¿Por qué es tan fácil apuntar con un arma y sencillamente acabar con la vida un hombre honesto”, dice Teresa S. Héctor E., hermano mayor del fallecido viste una chompa de cuero negra, las llamadas de condolencias han llegado a su teléfono móvil desde las 04:30 del sábado. Se muestra acalorado por el aire encerrado de la sala de 20 metros cuadrados en la cual se realizó el velatorio.
Héctor E. se reincorpora y cuenta que eran cuatro hermanos. “Sus compañeros del ecuavóley lo van a extrañar mucho en la cancha”, dice y pone un tono de humor al mal rato. El buen genio precisamente caracterizaba a Gonzalo E., cuenta Cecilia M., quien lo conocía 20 años.
“Pidamos a Dios para que nos entregue las fuerzas necesarias que nos ayudarán a soportar este dolor que nos enluta… acabamos de perder a un padre ejemplo”, decía Roberto Barrera, quien era el guía espiritual de Gonzalo E.
A las 11:00, una caravana de unos 10 carros escoltó el cuerpo de Gonzalo E. a la sala de cremaciones de la Sociedad Funeraria Nacional del valle de Los Chillos.
Según un informe de Violencia y de Delitos de Mayor connotación del DMQ, elaborado por el Observatorio Metropolitano de Seguridad, en Quito se reportaron 226 homicidios en el 2011, lo que equivale a 64 homicidios menos que en el 2010.
Lourdes Rodríguez, secretaria de Seguridad de la Alcaldía, explica que el año anterior se visualizó que la mayoría de homicidios perpetrados en el 2010 (290 según el informe) se relacionaba directamente con riñas y peleas, es decir, violencia civil.
Por ese motivo, añade Rodríguez, la estrategia en materia de seguridad se enfocó en la disminución en el consumo de alcohol, en controles de posesión de armas, entre otras acciones.
Asimismo, en el documento se determina que el porcentaje de homicidios de los cuales no se tienen datos específicos bordeaba el 11% en el 2010. Para el 2011 este dato se incrementó al 23%.
La Secretaria de Seguridad explica que esta cifra se refiere a los homicidios cuyas causas no son claras: “En algunos partes policiales no se especifican las razones del suceso y por eso, no podemos atribuirles a alguna de las causas”, manifiesta.
En este mismo informe también se dice que en Quito la tasa de homicidios por cada 100 000 habitantes se redujo de 12,95 a 9,87. Medardo Oleas, activista en seguridad ciudadana pone en tela de duda el informe y lo considera una herramienta que se manipula para presentar una imagen positiva del trabajo realizado.
“Leí sobre el caso del asesinato del viernes. Desde ahora voy a presentar mis documentos detrás del vidrio por el miedo a que no sean policías reales”, dijo Gabriela Cuenca, una vecina que dice estar preocupada por los niveles de inseguridad. “Yo no tengo una percepción de que hayan aumentado o disminuido. Desde hace dos años que no veo noticias ni leo”, dice Humberto Aguas, otro vecino del norte de Quito.
Oleas señala que no hay datos reales sobre los asesinatos perpetrados en Quito. Al ser consultada del porqué la reducción en la tasa de homicidios, Rodríguez dijo que esto no debe sorprender a nadie y que ya ha ocurrido en casos como Colombia y Argentina.
Mientras tanto, en la casa comunal de la Mena del Hierro los deudos se retiraron poco a poco y levantaban los arreglos florales.
En la Policía no hay pistas de los posibles responsables del asesinato al empresario.