Unas 100 personas provenientes de Esmeraldas, Pastaza y Loja se unieron hoy a la Marcha por la vida, que se concentra en Uyumbicho.
Los manifestantes se concentran en el coliseo Gonzalo Reyes, de la localidad.
Hasta allí, los caminantes llegaron anoche y descansaron en el coliseo. Las mujeres prepararon el desayuno, a base de mote, pan, café y plátano verde.
Unos 150 policías resguardan el sector y un helicóptero sobrevoló el lugar.
Según José Gualinga, presidente del pueblo de los Sarayacus, unas 100 personas de su comunidad salieron desde el domingo pasado hacia Quito y hoy se unieron a los caminantes que iniciaron su recorrido desde Zamora.
Dijo que el ingreso a Quito se decidirá en consenso, pero no dio más detalles. Se espera que mañana ingresen a la ciudad.
“La idea no es tomarnos Quito, sino llegar a la capital para dar nuestra voz y decir al Presidente que tiene que tomar decisiones sabias, soberanas”.
El líder sarayacu insistió en que la manifestación es pacífica. “No queremos entrar en una confrontación, ni fuerza para medir la política. Es mostrar nuestra disconformidad” respecto a la minería. “Buscamos un diálogo en iguales condiciones al más alto nivel. No una política coyuntural extrativista”.
Por su parte, Wilmer González, dirigente campesino, afirmó que: “El campesinado e indigenado está totalmente abandonado”. Ellos apoyan una reforma en la Asamblea de la ley agraria “que nos garantice el buen vivir”.
Con gritos como “Correa dinero, el agua es lo primero”, los manifestantes continúan concentrados en el coliseo.
La asambleísta de Pachakutik, Diana Atamaint aseguró que “Mañana llegamos a Quito como sea”. Ella llegó hacia las 11:20 a Uyumbicho para apoyar a la Marcha por la vida en su último tramo hacia la capital.
“No podemos decir las estrategias de cómo llegar a Quito”, agregó.
La asambleísta dijo que en caso de que mañana sucedan desmanes y los marchantes salgan afectados “responsabilizamos a Rafael Correa… No es el momento de incitar a la gente. A Quito no van a llegar delincuentes”.