…La libertad es un tesoro, palabra corta y grande en nobleza. La libertad lleva “atada” a sí, la responsabilidad, ya que sin ella deviene en libertinaje, y en extremo en dictadura. Hay que entenderla no solo como la física (movilidad), sino también y sobre todo como la de mente (pensamiento crítico), y la de espíritu (paz). En ese orden de ideas ¿qué rol juega el Estado al respecto? El 10 de Agosto de 1809 y el 24 de Mayo de 1822 ¿es que acaso no se buscaba la Libertad? La luz oscura del “correísmo” fue develando las cadenas de esclavitud y pobreza, escondidas en el gasto público y endeudamiento desmedido. La profunda esclavitud moral de los allegados, que entarimados bailaban con la torpeza de creerse inmunes, al son de algunos “empresa-urios” que mamaban la leche cortada del régimen. La esclavitud de un pueblo limitado de opinar; esclavizado a soportar cada sábado el “cantar del loro verde”, adelantando – cual profeta honoris causa – el contenido del registro oficial. Una justicia, en gran medida inmoral y esclavizada a cumplir las órdenes, en tono de soberbia opinión o de queja vengativa.
Esclavizados a la argumentación talentosa en la mentira, de tapar la verdad con la dialéctica populista, y vilmente protegido por el cargo omnipresente. Una burocracia que creció a niveles impensables; un país que no ahorró, y que prefirió las plataformas gubernamentales, vueltas elefantes -no blancos- sino verdes podridos, por la corrupción y por lo innecesarios. A consecuencia, ahora se debe pagar nada más y nada menos que USD 9000 millones anuales a los 500.000 burócratas, es decir aproximadamente USD 1 385 mensuales promedio; debemos producir y/o endeudarnos, para poder pagar los sueldos de cada servidor público. ¿Es que el Estado es tan eficiente, que no hay de dónde recortar? ¿Vivir esclavizados a una deuda eterna y a un estado obeso, que considera que los ciudadanos deben mantenerle, que para realizar cualquier emprendimiento, se le debe pedir permiso casi de rodillas? Sí, permiso para producir, a los que no producen… que ironía!… ¿es eso libertad?
El que cree en los regímenes izquierdistas, que viaje a La Habana, a efectos de que vea la vida de los cubanos con un salario equivalente a USD 25 mensuales; y sin ir muy lejos, en la Simón Bolívar en Quito se vive a diario el desgarrador caminar bajo intenso sol y lluvia, de decenas de venezolanos cual mendigos, con mujeres, niños y maletas, en total desolación… ¿Ver para creer no? ¿pregúnteles que piensan del socialismo? Basta de los políticos hipócritas, que defienden esos sistemas; claro esto no le afecta al que sabemos, que recorre las calles de Bruselas en un auto de lujo con chofer – guardaespaldas.
Debemos con optimismo diseñar una nueva sociedad, basada en la libertad, honestidad e igualdad de oportunidades, en la que el individuo no sea esclavo del Estado, y más bien éste sea el pequeño y eficiente servidor, y no el patrón explotador.