Un neurocientífico francés reclamó justicia el martes a las autoridades de Ecuador por la muerte de su hija, quien según él, no recibió la atención médica adecuada luego de haber recibido un disparo en Quito en 2009.
“Solo quiero la verdad y la justicia”, dijo Bernard Mazoyer, quien el lunes último se presentó ante la fiscalía ecuatoriana para rendir su testimonio en una demanda contra una clínica privada quiteña a la que acusa de no auxiliar de manera oportuna a su hija Charlotte, de 27 años, cuando aún con vida fue ingresada al servicio de urgencia.
Charlotte, una vulcanóloga que colaborada con el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia en Ecuador, fue herida con un disparo en el tórax al ser atacada el 14 de septiembre de 2009 en un barrio del noreste de Quito, y tenía previsto salir del país once días después.
Tres ecuatorianos hallados culpables del crimen fueron condenados a 21 años de prisión por gestiones de la familia de la francesa, después de que la justicia estableciera en principio una pena de 16 años de cárcel.
Desde hace tres años, Mazoyer impulsa la querella contra el sanatorio por negligencia médica, pues sostiene que su hija no recibió atención oportuna debido a que no había una garantía para cubrir los costos médicos.
“Después de tres años de pelea, el director y un médico de la clínica van a tener que responder ante la justicia”, declaró el científico a la AFP , añadiendo que su hija “esperó tres horas antes de ser atendida por un cirujano cardiotorácico, quien hubiera podido salvarla”.
Mazoyer enfatizó que “el caso de Charlotte no es exclusivo de una familia contra una clínica, sino el de todos los ecuatorianos frente al sistema privado que privilegia más al dinero que a la salud y la vida”.
Indicó que su objetivo es que la clínica reconozca que demoró en brindar atención, lo que resultó fatal para Charlotte.
La Fiscalía tiene plazo hasta el 14 de septiembre próximo para presentar un informe del caso, tras lo cual un tribunal decidirá si llama a juicio.