Quienes compartan su vehículo tendrán preferencia para ingresar a la av. De los Granados, por la av. Simón Bolívar. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO.
Ingresar al área urbana de Quito por el redondel de El Ciclista, desde la avenida Simón Bolívar, puede ser un suplicio cuando el reloj marca las 08:00.
Basta con un simple ejercicio: para dejar a una persona en el complejo de oficinas Ekopark y luego entrar hacia la avenida De los Granados, se requiere de al menos 25 minutos en hora pico. Eso es lo que toma retornar por la vía a Nayón hacia El Ciclista, para luego entrar a la ciudad.
Otro ejemplo: el Google Maps en el celular de Daniel Cedeño marcaba el camino en rojo. A pesar de que la ‘app’ busca las rutas más rápidas para llegar a un destino, a través del GPS, la situación caótica genera un retraso. Desde unos metros antes del semáforo de El Ciclista hasta su oficina, en la av. De los Shyris y Río Coca (a 3 km de distancia), la ‘app’ calcula 17 minutos. En horas sin congestión, ese mismo trayecto se cubre en menos de la mitad del tiempo.
Solo hasta ese edificio y el Udlapark, uno de los campus de la U. de las Américas, llegan a diario 3 000 carros, según la Agencia Metropolitana de Tránsito. Estos se suman a una carga diaria de 50 000 autos por la Simón Bolívar.
Estos son solo dos ejemplos de los problemas de movilidad en el sector. Por eso, la AMT ha diseñado un plan piloto para promover el ‘carpooling’ o auto compartido entre quienes llegan a la ciudad desde poblaciones como Guayllabamba, Tumbaco, Calderón y Carapungo por esta ruta.
La medida se aplicará desde este lunes 3 de febrero del 2020, de lunes a viernes de 07:00 a 09:30, y regirá desde la gasolinera Primax hasta El Ciclista. Solo los carros con tres o más ocupantes podrán ir por el carril exprés del lado izquierdo, junto al parterre. Después de un mes se hará una evaluación.
Los dos carriles centrales serán para quienes viajen solos en un vehículo y el derecho seguirá siendo de uso exclusivo para transporte público.
Este tipo de medidas funcionan en el extranjero. Surgió en EE.UU., en 1970, para promover la reducción del tráfico y disminuir el impacto ambiental. En Nueva York o Los Ángeles estos carriles se conocen como ‘carpool lane’ o ‘high-occupancy vehicle lane’ (HOV), que en español significa carril para vehículos de alta ocupación (VAO). También opera en Colombia, Chile y Argentina.
En Ciudad de México hay un plan que se difunde desde el 2019. La idea es abrir los carriles centrales de vías de acceso controlado, de 07:00 a 10:00, para que quienes compartan el vehículo puedan hacer viajes largos y a mayor velocidad.
Juan Manuel Aguirre, director de la AMT, explica que a futuro se planea replicar este sistema en otros accesos de Quito, como la avenida Maldonado, el distribuidor de El Trébol, el túnel Guayasamín o el intercambiador de Carapungo.
Si este tipo de políticas funcionan en otros países, dice Aguirre, ¿por qué no aplicarlas en Quito? Según estudios de la AMT, la ciudad idealmente debería tener unos 300 000 vehículos. Pero en el 2019 se matricularon 470 000 carros.
Considera que la carga vehicular en Quito sobrepasa los límites. Además, este tipo de medidas permiten que la gente comparta más tiempo con amigos, colegas o familiares.
Aguirre acepta que el carril exprés puede incomodar a la gente al principio, pero espera que al notar que el tiempo de viaje y la emisión de gases se reduce, el apoyo crezca.
La medida se basó en informes de ingeniería vial de un sitio que, además de ser un ingreso a Quito, tiene un cuello de botella en la vía a Nayón.
A ese sector entran 3 000 carros diarios y en la UDLA hay unos 20 000 alumnos, según la AMT. Por ello, se reunieron con personeros de las empresas que hay en Ekopark, para presentarles el piloto y pedirles apoyo para fomentar el ‘carpooling’ entre el personal.
Patricia Mogollón, administradora general de Ekopark, señala que allí hay unas 20 empresas y 1 900 plazas de estacionamiento. Su expectativa es que este proyecto beneficie a toda la comunidad e incentive a buscar alternativas de transporte. Subraya que cada firma es autónoma y fomenta internamente, bajo sus políticas, el tema de una movilidad saludable, a través de horas flexibles de trabajo, uso de bicicleta, etc.
La Asociación de Peatones apoya la iniciativa. Karina Gallegos, una de sus integrantes, cree que es una medida inteligente que tardó en llegar. Espera que crezca a futuro.
Según Gallegos, es positivo que se privilegie el uso responsable del auto, porque ahora en Quito hay una ocupación de 2,3 pasajeros por cada carro, que ocupa 6 metros cuadrados, mientras que un bus puede llevar hasta 70 personas.
Esta organización sugiere que se aplique esta medida en otros puntos como los peajes de la Autopista General Rumiñahui y el túnel Guayasamín, porque allí el control sería efectivo y se motivaría a la gente a fluir más rápido en la vía, a cambio de viajar acompañado.