Ytalo Perea se entrena con los seleccionados del país en Esmeraldas. Foto: Federación de Boxeo.
Su intención es dejar huella. Ytalo Perea retornó a la Selección para pelear por su clasificación a Tokio 2020. “Quiero dejar mi nombre en la historia del boxeo como el primer ecuatoriano en lograr una medalla en los Juegos Olímpicos”.
Así de firme es la respuesta del pugilista que desde hace tres semanas practica en el Centro de Alto Rendimiento de Rioverde, Esmeraldas. Se entrena para el Preolímpico de Argentina y luego, si lo consigue, viajar a la cita olímpica.
Regresar a los Olímpicos es la motivación porque se ha encontrado con situaciones que había olvidado. “Me tomó de nuevo la concentración de más de dos semanas, también alejarme de mi casa. En el profesionalismo, tenía libertad de escoger los horarios y el lugar de entrenamiento”, dice el espigado boxeador, de 26 años.
En lo físico, hace un trabajo especial porque debe bajar su peso. Llegó a la concentración con 250 libras y requiere 220. “En el boxeo profesional ganamos libras porque los combates llegan a los 12 rounds. En el amateur son solo tres. Allá había que dosificar energías, en el boxeo olímpico hay que ser más ágil; pegar y liquidar el combate en 9 minutos”.
Admite que le cuesta cambiar esos libretos, pero que vale la pena. “Regresé a la selección porque es una tarea pendiente. El 2011 gané la medalla de oro en los Panamericanos y ahora buscaré la olímpica”.
Además quiere regresar al escenario olímpico por los recuerdos y las imágenes que aún están en su memoria. Participó en Londres 2012, donde solo hizo una pelea: el italiano Roberto Cammarelle, doble medallista de oro olímpico, le ganó por un puntaje de 18-10.
Al año siguiente decidió poner fin al amateurismo, donde tuvo 156 combates, con 11 derrotas, y después pasar al profesionalismo.
Desde 2013 al 2019 sumó 18 combates profesionales. Peleó en Estados Unidos, Inglaterra, Surinam y tres combates los hizo en Ecuador. Lleva 13 victorias, 2 empates y 3 derrotas.
Antes de dar ese salto del amateur al profesional, le habían prometido pelear 13 combates al año, pero fueron mucho menos. Lo único que le cumplieron fue entrenarse con equipos profesionales donde tuvo como entrenadores a Tommy Galax (EE.UU.) y Tito Bracero (Puerto Rico).
“Quise volver a competir en los Olímpicos del 2016, pero el presidente de la Federación Ecuatoriana de Boxeo, Álex González, me dijo que no había presupuesto. Ahora lo estamos haciendo con tiempo”.
Sí le llama la atención que recién a fines de marzo habrá el Preolímpico y tendrá solo tres meses para el entrenamiento final de cara a los Juegos. “En estos meses deberíamos estar en gira por Asia o Europa”.
Perea comenzó a boxear a los 8 años, pero fue a los 11 cuando se entrenó de manera oficial en el gimnasio KM-6 de Jaury Mercado. Es un entrenador que le marcó en su formación.
Es un boxador de la división pesos pesados, de más de 91 kg. Domina los golpes directos y el gancho con la izquierda. “Durante dos años hice combates con una luxación en el brazo derecho. Me operé y pude seguir y ahora tengo que desarrollar golpes con la diestra”.
El boxeo, que le ha dejado buenas y malas experiencias, le ha permitido trabajar en el ámbito social. Tiene una fundación que lleva su nombre y enseña su deporte a niños y jóvenes en barrios de escasos recursos. Les guía en lo deportivo y les demuestra su generosidad, pues también entrena a chicos con discapacidades.