El juicio que el presidente Rafael Correa entabló como “ciudadano” contra El Universo terminó por ser un tema de Estado, que llegó hasta el campo diplomático.
La Cancillería envió una carta de protesta a la Unión Europea (UE), en rechazo a las palabras que Catherine Ashton, representante de Asuntos Exteriores, pronunció sobre el juicio al diario.
El contenido de la carta revela que para el Gobierno es una agresión contra el país la posición de Ashton, que dijo que el bloque sigue de cerca el caso y que espera que la Corte de Justicia revierta la condena al diario y sus directivos.
“El Gobierno del Ecuador considera que las palabras de la señora Ashton constituyen una grave intromisión en los asuntos internos del Ecuador, pues conllevan la intención de interferir en la administración de Justicia, cuando se pone en evidencia el deseo de que el fallo final en este proceso favorezca a la parte que la señora Ashton atribuye el Derecho”.
Esa es la parte medular de la carta, que la Cancillería remitió en la mañana a las oficinas en Quito de la Delegación de la UE.
En el comunicado, el canciller Patiño también le “recuerda” a la UE que no debe “recriminar” a un Estado “por aplicar su legislación interna “cuando personas o grupo de personas abusan del derecho de libre expresión”.
Pero el envío de la carta de protesta fue acompañada de una rueda de prensa, protagonizada por Patiño. En esa comparecencia lanzó duras críticas al bloque europeo, al que prácticamente le acusó de tener una mentalidad “colonial”, por expresarse a favor de la postura de El Universo.
“No necesitamos tutelajes externos (…) el período colonial terminó hace muchos años”.
¿Qué efectos puede acarrear el reclamo de Ecuador a la UE?
Según Patiño, no debería existir ningún efecto colateral con el bloque: ni por el desenlace del juicio a El Universo ni por la dura respuesta diplomática.
Por eso, dijo que sigue en firme su viaje por los países europeos -sin fecha precisa- que tiene el objetivo de destrabar los diálogos para retomar las negociaciones del acuerdo comercial, que ya fue firmado por Colombia y Perú.
De este modo, trató de restar importancia al resto del pronunciamiento de Ashton, quien advirtiera en el Parlamento Europeo que ante un eventual fallo adverso contra El Universo, la UE analizaría la respuesta que daría.
Sin embargo, Alexis Valencia, ex subsecretario de Comercio, recuerda que en la actualidad la UE concede de manera unilateral a Ecuador y a un grupo de países preferencias arancelarias a sus exportaciones (SGP-plus).
El artículo 8 de ese sistema exige a los países beneficiarios aplicar 27 convenios internacionales. El primero de ellos es el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que prevé la igualdad de todas las personas ante la Justicia y a tener un proceso justo y el derecho a la libre expresión.
Valencia explica que en el sistema SGP-plus se establece que la falta de observancia a alguno de esos 27 convenios puede devenir en el retiro de beneficios.
Para ello, el bloque europeo dispone que se activen los mecanismos de supervisión que tiene el acuerdo aparentemente vulnerado. Y si se determina un incumplimiento por parte del país beneficiado, puede darse paso a la suspensión de la ayuda.
“Esta es una diferencia fundamental entre el trato unilateral del SGP, donde los países benefiarios deben cumplir las condiciones que imponga la UE, y un convenio de comercio, donde las partes negocian las condiciones de preferencias”, dice Valencia.
Cordero se une a crítica
“Es una actitud prepotente de quien hace de vocera (…) no creo que sea parte de la convivencia pacífica y el respeto a la voluntad de los pueblos, condicionar los fallos de la justicia y las leyes”. Así lo dijo Fernando Cordero, titular de la Asamblea, tras el pronunciamiento de Ashton.
Según Cordero, coideario del presidente Correa, las palabras de la Representante de Asuntos Exteriores de la UE son una intromisión en la Justicia. “Eso se llama colonialismo ahora y siempre”.
Luego de que la Cancillería remitiera la nota de protesta a la UE, Gutemberg Vera, abogado de Correa, negó que la relación con el bloque dependa de ese proceso. “El proceso de injurias ni siquiera estaba en el orden del día” del Parlamento Europeo, dijo.