En la vía del Trole se está colocando pavimento rígido (concreto), entre la estación El Recreo y la de la Morán Valverde, en el sur de la ciudad. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
El plan de repavimentación intensiva que emprendió el Municipio desde el pasado 9 de septiembre tiene abierto un 38% de sus frentes, aproximadamente. Según la Empresa Pública de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), la mayor parte de vías serán recubiertas con asfalto y solo aquellas que tienen una mayor exigencia se harán con concreto.
Una de ellas es la del Trolebús, entre la estación de El Recreo y la terminal de la Morán Valverde, en el sur. Allí se realiza el fresado del material anterior, luego se excava y finalmente se funde el hormigón. La repavimentación se completará primero en el carril norte sur y luego seguirá en el sentido contrario.
Diego Barrionuevo cuenta que van unas tres semanas de trabajos en la vía del Trole, que pasa frente a su tienda. Las ventas han bajado y hay tráfico en los carriles laterales debido a la maquinaria, por lo que espera que pronto terminen.
Ayer 2 de octubre del 2019, unos ocho obreros tenían sus pies sumergidos en el cemento fresco que caía desde una mezcladora. Con palas acomodaban el material dentro del encofrado de unos cinco metros de largo. Los demás trabajaban desde fuera en esta especie de rompecabezas de cemento, que se construye a diario en el sur de la ciudad.
Algo similar se ejecuta en las calles Manuel Larrea y Santa Prisca (centro), que soportan el paso diario de los articulados del Corredor Central Norte, conocido como Metrobús. Desde allí hacia el norte, este sistema ya cuenta con pavimento rígido.
La tercera zona que tendrá este tipo de material es la avenida El Inca, entre De las Palmeras y De la Prensa. Según José Unda, gerente de Estudios y Fiscalización de la Epmmop, el hormigón tiene hasta 25 años de vida útil, es resistente y requiere menor mantenimiento, pero es más costoso.
Se usa en los dos primeros casos porque soportan el paso constante de buses articulados, con capacidad de 160 pasajeros cada uno. En cambio, la av. El Inca es el ingreso a Quito desde la avenida Simón Bolívar y tiene un intenso tránsito diario por sus cuatro carriles.
El plan de repavimentación incluye 39 tramos viales, a lo largo de 110 kilómetros. Hasta el martes, casi 42 kilómetros estaban en plena intervención, nueve de ellos en pavimento rígido y el resto en asfalto. Hasta el momento se ha concluido el trabajo en siete de los tramos viales planificados.
En algunas vías, como el tramo sur de la avenida Mariscal Sucre o la calle Martha Bucaram de Roldós, las obras concluyeron y solo está pendiente colocar la señalización vial. Según la Epmmop, esta tarea puede realizarse al menos 20 días después de que haya concluido el asfaltado.
Las labores a lo largo de 1,7 km de la calle Martha Bucaram de Roldós tomaron unos 45 días, pero se hacían por tramos. Por dos días, Cristina Paredes vio reducidas las ventas en su panadería, pues la gente prefería comprar en otro sitio donde no hubiera maquinaria. Sin embargo, señala que era necesario que se reemplace el desgastado asfalto anterior.
Aunque la avenida La Ecuatoriana es más corta (1,12 km), está previsto que los trabajos tomen 126 días. Esta era una vía adoquinada, por lo que hacen falta más tareas: reconformar los bordillos, fundir cajas de alcantarillas y excavar.
Ayer 2 de octubre del 2019, el tránsito por esa vía del sur de Quito estaba restringido. Desde un camión, un obrero echaba agua sobre la tierra frente al restaurante de pollos a la brasa de Paúl Jaramillo, quien dice que los trabajos empezaron hace aproximadamente un mes. “Vienen a las 10:00 y se van a las 14:00, ya hubieran acabado si trabajaran más tiempo. Los fines de semana no vienen”, cuenta.
Jaramillo afirma que el polvo afecta a los numerosos locales comerciales que hay en esa vía y por ello él sacó ayer su manguera y regó agua sobre la calle terrosa y sobre su auto.
La repavimentación también se realiza en la avenida Simón Bolívar y las labores previstas para los 8,72 km que hay entre la calle Gonzalo Pérez Bustamante y la curva de Santa Rosa, en el límite del Distrito Metropolitano, están previstas para 30 días.
Unda dice que en los 15 frentes abiertos hasta el pasado 30 de septiembre se procura suspender el tránsito parcialmente, para bajar el impacto de las obras en la movilidad. En la Simón Bolívar, por ejemplo, se cierra un carril y medio y se avanza unos 800 metros al día.
Las obras están a cargo de tres empresas: la Epmmop, Herdoíza Crespo (que tiene adjudicados 11 tramos) y Técnicas Generales de Construcción (cinco, cuatro de ellos de pavimento rígido). Además, se contratará otra empresa para intervenir en 49 subtramos.