Pasar sin sobresaltos por un paso cebra en Quito es cuestión de suerte. Aunque esas líneas blancas, pictogramas de colibríes o de personas que hay en cruces semaforizados o esquinas significan que el peatón tiene preferencia, pocos conductores los respetan.
Unos se detienen sobre ellos al cambiar la luz del semáforo y otros pitan con insistencia si un conductor cede el paso a los peatones, como una práctica de convivencia vial y en cumplimiento de las leyes.
El jueves, Adriana Perrazo caminaba por San Juan con su niño y apunta problemas como pasos cebra despintados, agresividad de conductores, veredas con desniveles, huecos, letreros, basura tapando el paso y puentes peatonales en mal estado e inseguros.
Pero el desorden en las vías no es solo responsabilidad de choferes sino también de peatones. En un recorrido por los sectores de la U. Católica, la 6 de Diciembre, La Paz y el Colegio San Gabriel, este Diario encontró transeúntes ‘toreando’ autos, cerca de puentes peatonales o pasos cebra, corriendo a la salida de pasos a desnivel o por estrechos parterres y vías exclusivas de buses.
La Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) inició esta semana una campaña preventiva, para que los peatones conciencien sobre los riesgos de cruzar las vías sin cuidado. Danny Gaibor, director de la entidad, dijo que los operativos se harán al menos hasta fin de octubre y en noviembre se empezará a sancionar.
La idea es bajar la mortalidad por esta causa. Los fallecidos por atropellamiento bajaron de 93 en el 2017 a 87 el año pasado. Este año ya se han registrado 59 víctimas (ver cuadro).
Pero Karina Gallegos, activista de la Asociación de Peatones, considera que si bien las sanciones para peatones se contemplan en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) y en la Ley de Tránsito, estas no deberían aplicarse porque el peatón está en desventaja, es una “ciudad peligrosa”.
En la avenida 6 de Diciembre, una señora se detiene sobre el carril de la Ecovía. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
El artículo 373 del COIP trata sobre las sanciones para peatones que causen un accidente, similares a las que rigen para conductores, salvo la pérdida de puntos de la licencia. Y el artículo 139 de la Ley de Tránsito fija una multa de USD 19,70 (5% de la remuneración básica unificada), para quienes caminen por la calle por fuera de zonas de seguridad o que crucen la vía de forma intempestiva.
Gallegos señala que esta es, al menos, la segunda vez que se anuncian sanciones. Pero ve como un error que se diga que hay peatones imprudentes, porque las veredas están en mal estado y tienen obstáculos, los pasos cebra no se respetan y no hay controles de las autoridades sobre el espacio público. Cree que son más problemáticos los redondeles porque “son cruces mortales y deben pasarse corriendo” y las vías periféricas de seis carriles “implican riesgo de atropello”.
En San Juan hay problemas por falta de veredas o por exceso de obstáculos. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Elizabeth Salas cree que sí hace falta sanción porque “a veces no es culpa de los conductores, sino de los peatones imprudentes” y añade que algunos cruzan entre los autos, por fuera del paso cebra, bajo puentes peatonales o con semáforo verde para autos.
El año que más multas se emitieron fue el 2018, con 66 y el que menos el 2016, con 36. Este año se ha intentado sancionar a 41 personas. Sin embargo, el problema es cómo cobrarles. Mientras las multas de tránsito se pagan antes de la revisión y matriculación, las aplicadas a los caminantes no tienen un mecanismo.
Según Gaibor, se elaborará una ordenanza hasta noviembre. “Analizamos si las operadoras quieren colaborar para que nosotros podamos -con la cédula– anclar el pago a la planilla de luz, agua, teléfono (convencional) o celular”.
Fuera de la Caja del Seguro, las ventas autónomas obstaculizan el paso de peatones. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO