El Ecuador quiere desdramatizar el informe del Grupo de Trabajo de la OEA, para reformular la operación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
María Isabel Salvador, embajadora ante la OEA, explicó que el documento no tiene por objeto menoscabar a la Relatoría de Libertad de Expresión de la CIDH.
Según la representante ecuatoriana, los cambios para esa Relatoría son parte de una gama de temas del Grupo de Trabajo para “fortalecer” al Sistema Interamericano de DD.HH.
“El Grupo de Trabajo analizó todos los temas de preocupación de los Estados y fijó el temario”.
El informe del Grupo de Trabajo tiene siete puntos relacionados al trabajo de la CIDH. Uno de ellos tiene que ver con el financiamiento de sus actividades, así como de sus relatorías.
En este tema Ecuador ha tenido una activa participación, según reconoció Salvador. La propuesta es que los órganos de la CIDH trabajen con recursos provenientes de la OEA y no de contribuyentes de fuera del órgano.
Para ello, el documento del Grupo de Trabajo sugiere que se aumenten de forma progresiva los fondos provenientes del presupuesto regular de la OEA.
Hasta que la OEA esté en capacidad de correr con todos los gastos de la CIDH, el informe plantea que las contribuciones de países y organismos externos no fijen condicionamientos para la distribución de estos recursos.
“Se busca es que la CIDH tenga absoluta independencia y no obedezca a sesgos de actores ajenos al sistema”, explicó Salvador.
En ese sentido, la Embajadora negó que en el documento se plantee que la CIDH deje de contratar a una persona especializada para que esté al frente de la Relatoría de Libertad de Expresión, como es en la actualidad.
En el Grupo de Trabajo están representados los 34 Estados de la OEA, incluido EE.UU. Su informe está en manos de las respectivas cancillerías. Su contenido será puesto a consideración del Consejo Permanente, el 25 de enero, para su aprobación. La CIDH está en potestad de aceptar o no las recomendaciones.