Una ballena jorobada saló la vida de una bióloga acechada por un tiburón. Foto: Captura video
Nan Hauser es una bióloga marina a la que una ballena jorobada le salvó la vida. Suena poco creíble, pero es real. En 2017, Hauser se encontraba buceando en las aguas de las islas Cook en Nueva Zelanda junto a un equipo de filmación de National Geographic cuando el cetáceo la protegió de un tiburón.
La historia de la bióloga se hizo tendencia en redes sociales nuevamente en agosto de este 2019, aunque el medio de vida animal y naturaleza NatGeo publicó el video en su canal de Youtube en enero de 2018. La mujer estaba documentando su encuentro con ballenas jorobadas como parte de su trabajo para educar a la gente sobre los problemas que enfrentan las criaturas marinas en los océanos.
Buceaba junto a una ballena joroba, la acariciaba mientras la filmaban. En un momento Hauser intentó alejarse del animal para regresar a bordo de la embarcación que la esperaba. Sin embargo, la ballena no lo permitía y se mantenía muy cerca de la mujer.
El enorme animal marino la comenzó a empujar con su boca y quijada e intentaba mantenerla oculta debajo de una de sus aletas, mientras la miraba con su gran ojo negro. “Ella se rehusaba a alejarse de mí. Y no entendía por qué”, recuerda la mujer.
La acción de la ballena empezó a poner nerviosa a Hauser “creí que el equipo de filmación iba a terminar filmando mi muerte. Solo uno de sus coletazos y la presión rompería mis huesos”, dice la bióloga durante una entrevista al medio animalista The Dodo.
Según cuenta Hauser, intentó alejarse varias veces de la ballena, pero el animal no lo permitía, incluso en una ocasión la sacó del agua con su aleta. La interacción del animal con la bióloga duró cerca de 10 minutos. “Finalmente pude desviar mi atención de la ballena y vi algo que nadaba muy rápido cerca de nosotros”.
Video: Youtube Cuenta: The Dodo
Se trataba de un tiburón tigre que la estaba acechando para atacarla. La ballena jorobada la estaba protegiendo y contaba con la ayuda de otro ejemplar de su misma especie que vigilaba la escena a la distancia. Hauser dice que “la otra ballena jorobada golpeaba repetidas veces el agua con su aleta para emitir un sonido que puede oírse en el fondo del océano para advertir que está allí”.
Fue entonces que la bióloga entendió que se trataba de una estrategia de ambos cetáceos para protegerla del tiburón. Cuando halló el momento apropiado, la mujer salió del agua y cuando se subió en la embarcación empezó a llorar por la increíble experiencia que había vivido.
Ella también comentó que las ballenas jorobadas son conocidas por su altruismo. Estas especies ayudan a otros animales cuando se encuentran en peligro. Hasta este 30 de agosto de 2019 el video en el que la bióloga narra su experiencia a The Dodo cuenta con más de 11 millones de reproducciones.