Miguel Segura, goleador de El Nacional, nació el 5 de junio de 1990 en Quinindé, Esmeraldas.
. Foto: Web El Nacional
El ritual es el mismo. Coloca el balón en el césped, da dos pasos atrás y mira la ubicación del portero. En esa fracción de segundo que le queda antes de que el árbitro dé la orden para cobrar el tiro libre, el lateral o volante esmeraldeño Miguel Segura escoge un palo para enviar el esférico.
El balón tiene que ir hacia allá, adonde el jugador quiere mandarlo: se acerca a la carrera y dispara para que la pelota se eleve y después baje a las redes. Suena fácil, pero no lo es y sin embargo, el jugador de El Nacional celebró dos goles, a semana seguida, gracias a la precisión de su pegada.
Para Segura, el domingo es un buen día para hacer golazos de tiro libre. Hace dos semanas, el 11 de agosto, el cuadro criollo empataba 0-0 con Emelec, en un partido en el que el club generó poco. Segura ingresó en el segundo tiempo y al minuto 90 le quedó un tiro libre cerca del área de Esteban Dreer. El balón obedeció a la pierna izquierda del futbolista e infló las redes del arco norte del estadio Atahualpa.
La racha siguió la semana pasada: al minuto 40 del primer tiempo del partido entre El Nacional y el Olmedo, en Riobamba, hubo un nuevo tiro libre para el cuadro criollo. Presuroso, Segura acomodó el balón. Jonathan Borja, la figura del equipo, lo sondeó para cobrar él. “Me dijo que se tenía confianza y lo dejé y nos regaló otro golazo”, rememora el ‘Rebelde del fútbol’, como conocen al imbabureño Borja.
Segura sonríe y muestra los dientes blancos al recordar su racha. Hoy aparece como titular en el partido del cuadro militar ante la Universidad Católica. El duelo es a las 12:00, en el estadio Atahualpa.
Los goles han sido ampliamente difundidos entre la esperanzada hinchada criolla, que en el segundo semestre ha visto renacer a su equipo. Pero en el complejo de Tumbaco también hubo felicitaciones para el inesperado goleador. Así lo cuenta el golero suplente José Cárdenas.
“Nos puso muy contentos, porque Miguel es un jugador muy trabajador, que siempre está practicando los tiros libres luego de las prácticas. Es muy constante. Sus goles nos están dando puntos”.
Un admirador de Ronaldinho… y de Ángel Gracia
Segura tiene 28 años. Se formó en el Caribe Juniors y jugó en la Selección de Sucumbíos. Hace 11 años llegó a la Sub 19 de El Nacional, pero no llegó a debutar en Primera. Por ello, cuando el equipo decidió buscarlo en diciembre pasado, luego de su campaña en Fuerza Amarilla, no dudó en volver.
“Siempre quise jugar en El Nacional. Ahora puedo hacerlo. Estoy agradecido con el chance”. Pero antes de volver tuvo que hacer un camino largo por equipos como la Universidad Católica, el club en el que debutó en Primera, en el 2010. Luego pasó por Deportivo Quevedo y Fuerza Amarilla.
Siempre le pegó fuerte al balón, pero en el cuadro machaleño empezó a darle importancia al entrenamiento de tiros libres. Confiesa que su ídolo es Ronaldinho Gaúcho, aunque el brasileño es derecho y él, zurdo. A pesar de las limitaciones y las evidentes diferencias, Segura decidió imitar ciertos movimientos de ‘Dinho’, como eso de los dos pasitos bien marcados hacia atrás antes de cobrar.
En el 2017 coincidió en Fuerza Amarilla con Ángel Gracia, quien también le enseñó secretos para cobrar los tiros libres. Una temporada después, Gracia dejó el equipo y llegó a El Nacional y ahora está en Aucas. Por ello, Segura ocupa su lugar en el cuadro criollo para cobrar los lanzamientos.
El Nacional lleva 10 partidos sin derrotas: siete del torneo local y tres de la Copa Ecuador, incluido el empate del pasado miércoles 21 de agosto ante Barcelona, en el partido de ida de los cuartos de final. El equipo quiere seguir en racha y hoy se enfrenta con uno de los clubes más en forma de la campaña: Universidad Católica.
Segura tiene su visión del partido y claves para frenar a Católica. “Hay que quitarles el balón, tal como lo hizo Macará. Su fortaleza está por los costados, en donde son muy rápidos y constantes. Ojalá me quede un tiro libre”, dice el nuevo goleador.