El transporte marítimo es considerado el pulmón de la economía mundial. España tiene los puertos más contaminados. Fotos: EFE
Los grandes barcos se han convertido en grandes emisores de dióxido de azufre (SO2). Un nuevo estudio de la Federación Europea de Transporte y Ambiente revela que los cruceros emiten 10 veces más SO2 que los 260 millones de vehículos que se estima circulan en ese continente en la actualidad.
Esta noticia ha sido replicada en grandes medios de comunicación europeos como The Financial Times, EuroNew y Courrier International, ya que los grandes barcos son comunes en el continente. Los resultados de la investigación muestran que estas compañías podrían estar utilizando combustibles no adecuados, que son asociados con la emisión de este tipo de gases dañinos para la salud y para los diferentes ecosistemas.
Luis Maisincho, investigador del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), explica que, en proporciones pequeñas, el SO2 no tiene una implicación directa con el cambio climático, pero sí tiene una influencia en la salud de las personas.
Al ser un contaminante altamente nocivo, puede producir enfermedades respiratorias en los humanos y es responsable de millones de muertes anualmente en el mundo. En el caso de su rol como contaminante, Maisincho dice que este es un gas de efecto invernadero, pero no tiene el potencial para incrementar la temperatura, como los otros aerosoles.
A diferencia de los otros contaminantes, puede contribuir a que exista una disminución de la radiación que ingresa a la atmósfera. Este gas sube a la parte alta de la atmósfera y reacciona con los otros componentes para convertirse en una especie de protector de la radiación. Esto no lo hace positivo, ya que las consecuencias que produce en la salud de las personas es más significativo.
El dióxido de azufre también es el principal generador de la lluvia ácida. Ese fenómeno podría causar alteraciones en las condiciones del agua, cambiar el suelo y degradar la vegetación de la zona.
Las principales fuentes de este gas son las erupciones volcánicas, el carbón y el petróleo. Maisincho dice que no es común que se asocie a los grandes barcos con las emisiones de dióxido de azufre. Eso era más común en el pasado, ya que el transporte marítimo funcionaba con vapor generado por la quema de carbón.
En la década de los 80, cuenta Maisincho, la contaminación de azufre llegó a un pico máximo y empezó a disminuir. Hasta el momento, su presencia ha bajado en un 20% en la atmósfera. En las grandes ciudades, es común tener concentraciones altas de este gas, aunque en menor cantidad que el dióxido de carbono (CO2).
Según el estudio de laFederación Europea de Transporte y Ambiente, las costas de España han sido las más afectadas por las emisiones de SO2, además de Italia, Grecia, Francia, Noruega y Portugal. Los puertos más contaminados son los de Barcelona y Palma de Mallorca.
Para este organismo europeo, estos resultados demuestran a las autoridades que no solo deben enfocarse en la lucha contra la contaminación proveniente de los vehículos a diésel, sino también realizar un control de los cruceros. La Asociación Internacional de este tipo de transporte marítimo negó las conclusiones del reporte y aseguró a los medios europeos que están comprometidos con la sostenibilidad.
La agencia europea Copernicus también revelo un mapa que demuestra que las concentraciones más altas de SO2se encuentran en las rutas marítimas.
Este sector ha sido asociado además con las emisiones de otros gases contaminantes, como el dióxido de nitrógeno. Desde enero del próximo año, los barcos deberán empezar a cumplir con nuevas regulaciones para disminuir sus emisiones de SO2.