El japonés Yukihiro Tsuda ha recorrido sobre su bicicleta 15 países en cinco años. Foto: Álvaro Pineda para EL COMERCIO
No hay sensación más agradable que sentir la brisa fresca en el rostro, especialmente en los días cálidos. Eso lo sabe bien Yukihiro Tsuda, que ha recorrido sobre su bicicleta 15 países en cinco años.
Inspirado en las aventuras de un viajero que encontró en un texto de la literatura de su país, este japonés de 30 años inició el ciclo tour en el 2014. Sobre su ‘caballito de acero’ lleva un equipaje de 40 kilos, entre una carpa, bolsa de dormir, ropa, cocina portátil, herramientas, entre otros implementos que le sirven para sobrevivir.
Una vez que terminó los estudios universitarios, trabajó un año para ahorrar dinero e iniciar su sueño. Hizo su primera escala en Australia. En la isla pasó dos años. Ahí laboró en diferentes oficios. Posteriormente continuó su recorrido en Nueva Zelanda, donde pasó un año.
El periplo continuó por el continente americano. Llegó con la idea de pedalear los 13 688 kilómetros que separan a Alaska (Estados Unidos) de La Patagonia (Argentina). Este reto se inició en mayo del 2017. Sus conocimientos del idioma inglés le sirvieron cuando atravesó Canadá y Estados Unidos.
Foto: Álvaro Pineda para EL COMERCIO
Desde su bicicleta marca Panasonic, de color rojo, mira emocionado los paisajes más alucinantes que le regala cada día la naturaleza. Así relata este soñador asiático, en un idioma español aderezado con modismos mexicanos, cubanos y colombianos, que aprendió con los amigos que encontró en el camino.
Aunque su nombre es Yukihiro sus amigos le dicen Hiro. Muchos de ellos le envían mensajes de aliento en japonés, inglés y español. La última lengua la aprendió pedaleando por la ruta Panamericana.
El 2 de julio del 2019 cruzó de Colombia a Ecuador, por el Puente Internacional de Rumichaca. Como en todas las fronteras inmortalizó el momento en una fotografía que subió en su página de Facebook. Ahí se observa al viajero junto a ‘bici’ al frente de un cartel con el fondo de color celeste y letras blancas, con la leyenda: Bienvenidos a la República del Ecuador.
A su paso por cada país, Hiro colabora eventualmente como voluntario. Así lo hizo, por ejemplo, en el Instituto de Inglés, de Ipiales (Colombia). También en la Academia Internacional Kimjo, de la capital de Imbabura, que imparte clases de los idiomas inglés, italiano, francés, alemán, árabe, coreano, japonés y español para extranjeros.
El pedalista japonés financia el viaje con fondos propios. Pero, a su paso ha sentido la mano solidaria de personas e instituciones, como los Bomberos, Policía, Militares, que le ofrecen un espacio para pernoctar. La mayoría del dinero lo invierte en alimentación. No tiene problema de saborear los manjares que ofrece cada región. Así se enamoró de los tacos mexicanos, moros con cristianos (arroz con fréjol negro) de Cuba y la arepa colombiana.
Planea cruzar la frontera al Perú a finales de agosto próximo. Recorre una distancia máxima de 100 kilómetros diarios. Pero, no tiene prisa. Cuando decide ir más lento o quedarse en un lugar varios días lo hace, porque esa es la única manera de disfrutar de la aventura, asegura.
Calcula que en ocho o nueve meses más llegará a La Patagonia.
Pero, esta no es su primera aventura. Antes de viajar en una bicicleta recorrió, con la mochila a la espalda, 10 países de Asia pidiendo que vehículos particulares le lleven. No ha tenido malas experiencias. Sin embargo, recuerda que en Nueva Deli, India, fue el único lugar que le intentaron robar el equipaje.
A través de las redes sociales mantiene comunicación con su familia. Es el último de tres hermanos.
El siguiente proyecto, luego de visitar América, será recorrer África, Europa y Asia a bordo de su eterna compañera: la bicicleta.