La salida de emergencia de la Plaza del Teatro está casi lista. Cuenta con escaleras de hormigón armado que conectan el túnel con la superficie. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
¿Y si ocurre un sismo o un atentado mientras el Metro recorre el túnel? ¿Y si uno de los trenes se daña? La entrada en funcionamiento del primer sistema de Metro en la capital genera inquietudes respecto de la seguridad frente a un accidente o un acontecimiento fortuito.
Eventos como sismos, incendios y averías mecánicas fueron tomados en cuenta desde que el inició su construcción. Lo indica José Luis Guijarro, gerente de Obra Civil de Acciona. A lo largo de los 22 km del recorrido hay una salida de emergencia en cada una de las 15 estaciones y 14 más, ubicadas entre una y otra estación.
Una de ellas está en la Plaza del Teatro. La puerta de la salida de emergencia está a ras de piso. Desde la plaza se la ve como una gran placa de metal que forma parte del suelo. Pero cuando se abre, esa placa metálica se levanta y da paso a un amplio graderío de cemento que va a dar al túnel. Por allí, los usuarios podrán salir a la superficie y ponerse a buen recaudo en caso de emergencia.
Todas las salidas de este tipo están ubicadas en zonas peatonales, ya sea en plazas o en veredas, por lo que la apertura de esa puerta se realiza de manera suave, secuencialmente y en dos tiempos. El primero, en que se emite un sonido que alerta a los peatones sobre el movimiento de la puerta, y la estructura se eleva apenas unos centímetros, dando tiempo necesario a la persona para que se baje de la puerta. Además, se activan unas luces en el borde. Y la segunda es cuando se levanta en su totalidad. El objetivo es que la gente despeje el área.
Guijarro indica que el portón de salida de emergencia puede accionarse de varias formas: desde el centro de control central ubicado en Quitumbe, desde el puesto de control local de la estación e incluso hay pulsadores para iniciar el proceso en las partes alta y baja de la salida de emergencia.
Las gradas por las que los pasajeros deberán subir a la superficie son fijas y de hormigón armado. Guijarro explica que si se colocan gradas metálicas en un pozo que prácticamente no se usará, pueden echarse a perder. Las salidas de emergencia de los metros generalmente pueden llevar más de 100 años sin ser utilizadas. Y eso -añade- sería lo ideal.
Construir una salida de emergencia cuesta entre USD 3 millones y 4 millones.
Los viajeros, al transitar dentro del tren, verán una puerta doble con barras antipánico (barras horizontales que al apretarlas se abre la puerta), a través de la cual se accede a una pequeña galería desde donde salen las escaleras que van a dar a la calle.
Además, estas salidas pueden ser también pozos de ventilación. El Metro cuenta con 14 pozos de ventilación y 140 ventiladores que permitirán la renovación del aire 4 veces cada hora, en las 15 estaciones.
Una emergencia en el interior del tren puede ser alertado por el operador o por algún pasajero, ya que cada unidad tendrá botones especiales para hacerlo. Los pasajeros serán conducidos hacia una de estas salidas y deberán subir las gradas, lo que en promedio, es como subir un edificio de 10 pisos, dependiendo de la profundidad de la riel, que se encuentra, en promedio, a 20 o 30 m.
Guijarro asegura que los sismos no representan un riesgo para la operación del Metro. Explica que el túnel está calculado con unas estructuras que podrían resistir, sin afectarse, un sismo superior a 8 grados.
El plan de seguridad del Metro, que incluye el protocolo de acción, deberá ser elaborado por la empresa operadora del Metro. Juan Zapata, director general del ECU-911 y exsecretario de Seguridad, indica que hace dos años se envió una comisión a España para que se empezara a trabajar en un plan de seguridad y riesgos, pero que es la empresa operadora la que deberá presentarlo.
“El Metro y la operación requieren conectividad con el ECU, para el manejo de emergencias. Voy a pedir una reunión al Alcalde para coordinar acciones sobre el tema. Estamos abiertos para establecer una comisión y afinar ese punto”.
Andrés Quijos, experto en seguridad industrial, dice que es fundamental la elaboración de un protocolo de acción para que las personas sepan cómo actuar en caso de una evacuación. “Muchas veces la desinformación y la agitación de la gente desesperada es lo que causa más problemas”.