El emperador Akihito (centro) de Japón, acompañado de la emperatriz Michico (der.), participa en la ceremonia en la que hizo su última declaración pública antes de su abdicación en el Seide (Salón de Estado) del Palacio Imperial, en Tokio (Japón), el martes 30 de abril de 2019. EFE
Los japoneses conmemoran este martes 30 de abril de 2019, el final de la era Heisei (paz), que conlleva la abdicación del emperador Akihito con diversos eventos y festejos de “cuenta regresiva”, y para despedirse de esta época rememoran la música, los sabores o los objetos cotidianos que la marcaron.
El cambio de era en el calendario nipón es un evento poco habitual -ha sucedido en tres ocasiones desde principios del siglo XX- y que para los nipones va acompañado de una alta carga sentimental por asociar estos periodos a eventos clave en sus vidas como nacimientos, matrimonios o graduaciones de estudios.
Mientras que el último cambio de era aconteció al fallecer el emperador Hirohito en 1989 y en medio de un luto nacional, esta vez el país afronta el momento histórico de forma más alegre y dando rienda suelta a la nostalgia, al tratarse de la primera renuncia en vida de un ocupante del Trono de Crisantemo en dos siglos.
A esto se añade que Japón está inmerso en unas inusuales vacaciones que suman 10 días feriados gracias a la sucesión de festivos nacionales decretados para celebrar la abdicación de Akihito y la ascensión al trono del príncipe heredero Naruhito.
“He venido a Tokio para vivir el cambio de emperador. Creo que es un momento muy especial, pero también me da un poco de tristeza”,
dice a Efe Mikiko Imai, una profesora de 46 años procedente de Saitama (noreste de Tokio) que ha aprovechado estas festividades para visitar a familiares y asistir a eventos conmemorativos.
Una pantalla gigante retransmite noticias sobre la abdicación del emperador de Japón Akihito, este martes 30 de abril de 2019, en Tokio (Japón). EFE
El acto donde se formalizó la abdicación de Akihito fue retransmitido en pantallas gigantes en el distrito de Shinjuku y otros puntos de la capital, mientras que en el icónico cruce de Shibuya se proyectará una cuenta regresiva para marcar el fin de Heisei, al igual que en numerosos bares, izakayas (tabernas niponas) y discotecas que organizan fiestas especiales.
Muchos nipones desafiaron hoy a la lluvia caída durante gran parte del día para acercarse al Palacio Imperial donde se celebraron a puerta cerrada y ante escasos invitados los ritos y ceremonias de la abdicación, para tomarse “selfies” frente a las murallas del recinto con periódicos que mostraban la última fecha de Heisei.
Además de programas radiofónicos y televisivos que repasaban todos los hitos informativos de esta era, durante las últimas semanas se han multiplicado en distintas ciudades del país las exposiciones de juguetes, trenes, automóviles o dispositivos tecnológicos que con más cariño se recuerdan de estas tres décadas.
Las empresas aprovechan esta ola de nostalgia para comercializar ediciones conmemorativas de tes, golosinas y snacks tradicionales, mientras que los restaurantes ofrecen “menús Heisei” que incluyen platos exóticos como el curry y otros de origen extranjero popularizados en esta época, aparte del sushi habitualmente reservado para ocasiones especiales.
Vista aérea de este martes 30 de abril de 2019 del Palacio Imperial de Tokio (Japón). EFE
El Archivo Nacional de Tokio, donde se almacenan y exponen documentos históricos, ha vendido en dos semanas más de 25 000 láminas con los caracteres con los que se escribe ‘Heisei’, réplicas de las que fueron mostradas por el gobierno en 1989 al anunciar el nombre de la era.
La agencia de viajes Nippon Travel, por su parte, ofrece unos billetes especiales del tren de alta velocidad Shinkansen para un trayecto de ida y vuelta desde Osaka (oeste) a Kyushu (sudoeste) que parte este martes 30 y retorna el 1 de mayo, permitiendo a los viajeros iniciar su periplo el último día de una era y terminarlo el primero de la nueva.
Los establecimientos de karaoke cuentan con sesiones especiales para interpretar los éxitos musicales de la época, y algunos, como la cadena Pasela, ofrecen descuentos para aquellos clientes que acudan con los atrevidos peinados y estilos de maquillaje que causaban furor las décadas de 1990 y 2000.
Entre las canciones más demandadas estará probablemente la melancólica ‘Sekai ni Hitotsu Dake no Hana’ (‘La única flor en el mundo’) del grupo masculino SMAP, el cual ha encabezado listas de éxitos durante tres décadas en una trayectoria que arrancó coincidiendo con el inicio de Heisei y terminó con su disolución en 2016, un evento que causó conmoción en el país.
El amplio elenco de mercadotecnia conmemorativa que inunda Japón estos días incluye reediciones de cuadernos escolares vendidos hace dos décadas y dirigidos a adultos nostálgicos de su niñez, botellas especiales de sake elaborado con las últimas cosechas de arroz de Heisei, o incluso aire enlatado de esta era.
Resulta paradójico que el cambio de era represente una oportunidad para revitalizar el consumo en Japón después del largo período deflacionario que representó Heisei y que incluyó la llamada “década perdida” de los 90 tras el estallido de la burbuja económica.
El 70 por ciento de los japoneses, no obstante, considera que Heisei fue una época “buena” o “relativamente buena”, según un sondeo realizado en abril por la agencia nipona Kyodo, y en la que la mayoría de las respuestas positivas fueron de treintañeros y veinteañeros que sólo han conocido este periodo.