Ciudadanos que huyen de la crisis humanitaria de Venezuela atraviesan por el puente de Rumichaca, en la frontera entre Ecuador y Colombia. Foto: Álvaro Pineda / Para EL COMERCIO
Mujeres, hombres, niños formaban fila en las afueras de la Oficina de Migración de Ecuador, en Rumichaca (Carchi), a las 18:00 del jueves 25 de abril del 2019. En media hora, la columna de viajeros procedentes de Venezuela, que ingresaban al país desde Colombia, llegó a 432 personas.
La presencia de los viajeros aumentó paulatinamente en la frontera norte desde el 28 de marzo. Un día antes, la Corte Constitucional dejó sin efecto la presentación del certificado judicial apostillado que se exigían a los ciudadanos de Venezuela para ingresar a Ecuador.
Según la oficina, desde hace ocho días se registra el paso diario de aproximadamente 2 000 ciudadanos. La cifra contrasta con los 200 que se reportaban hasta mediados de marzo.
Los migrantes deben presentar la cédula original, precisa un funcionario de Migración. El jueves 25 de abril del 2019, la mayoría de extranjeros llevaba maletas y cubría sus cuerpos con abrigos y mantas, para soportar los 9 grados centígrados de temperatura ambiental en la frontera entre Ecuador y Colombia.
“A pesar del frío estoy feliz de que nos permitan pasar para buscar un mejor futuro”, comentaba Orlinda Matos, al lado de Mileydi Guillén, nativas de Carabobo, que decidieron abandonar Venezuela cansadas de la falta de alimentos.
Ellas van a Perú. Matos contaba que avanzarán hasta Tumbes, donde les espera su esposo, quien viajó hace un año. Con tristeza narraba que debió dejar a sus dos hijos pequeños al cuidado de su madre en Venezuela.
Matos y Guillén tenían previsto cruzar de Colombia a Ecuador hace dos meses. Pero no pudieron hacerlo por la exigencia del certificado judicial desde el 1 de febrero último, por disposición de la Cancillería y el Ministerio del Interior, hasta el 27 de marzo, cuando la Corte señaló que la medida es inconstitucional.
En Venezuela se vive una crisis humanitaria que es negada por el régimen de Nicolás Maduro y resulta difícil acceder a un certificado judicial; el gobierno de ese país ha considerado el éxodo de miles de sus ciudadanos como ‘fake news’ (información falsa).
Por la llegada de migrantes, entidades públicas y privadas que protegen a los ciudadanos en condición de movilidad aplican planes de contingencia en Rumichaca.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) colocó en marzo nuevas carpas de lona de la Unidad de Vivienda para Refugiados (RHU, por sus siglas en inglés). Se trata de albergues autónomos, con paredes fuertes de plástico, techados, dotados de energía solar y seguridades.
Vladimir Velasco, director distrital del MIES Tulcán, reseña que se armaron cuatro casas RHU, unidades con capacidad para 30 ocupantes cada una. Están equipadas con colchones.
Una de esas viviendas está destinada para mujeres solas, embarazadas o madres con niños. Dos acogen a familias completas con sus pequeños. Y, la tercera, a hombres con niños.
En ese contexto, los viajes gratuitos entre Rumichaca y Huaquillas (la frontera entre Ecuador y Perú) se retomaron. Este Diario constató la partida de seis buses, el jueves, con 240 migrantes. La Organización Internacional para Migraciones (OIM) financia los desplazamientos.
También se acondicionaron dos contenedores metálicos con consultorios para atención psicológica y asesoría legal, del convenio entre el MIES y la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales. Asimismo, en el Centro de Atención en Frontera hay un espacio lúdico para los niños.
La Cruz Roja Ecuatoriana reforzó sus puestos de auxilio en Rumichaca y San Miguel (Sucumbíos). Esta institución cuenta con 15 puntos de atención para migrantes en 11 provincias del país, explica Anaité Vargas, coordinadora de Plan Nacional de Movilidad de la entidad.
La Oficina de Migración en Rumichaca aumentó de 4 a 10 las ventanillas para la atención al público. Allí se realizan trámites durante el día y la noche.
En el 2018, más de un millón de ciudadanos de Venezuela cruzaron la frontera norte del Ecuador; de ellos, 221 000 no registraron su salida del país por puertos. En lo que va del 2019 llegaron 78 455 y salieron 77 031, según cifras del Ministerio del Interior.