El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, defendió el lunes el asiento que posee España en el Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo que apoyará la posición de su país vecino.
El puesto de España en el consejo del banco, compuesto por seis miembros, está amenazado por países como Holanda, Luxemburgo y Finlandia, que, como núcleo del norte de la zona euro, se muestran inquietos por los recientes cambios en la cúpula del BCE.
Estas modificaciones han dejado en manos de Italia y Portugal los dos principales cargos de la autoridad monetaria, por lo que buscan restaurar el equilibrio regional en el banco. “Seguir manteniendo el puesto como el que le corresponde en su Producto Interior Bruto y a su situación en Europa, en la Comisión Ejecutiva del banco central cuando se produzca, por finalización del plazo de su mandato, el abandono, la dimisión, el cese del actual consejero en representación de nuestro país, el señor González Páramo”, prometió Rajoy en una rueda de prensa con el presidente francés de visita oficial en España.
“Mariano Rajoy aportará sabiduría y Francia apoyará con todas sus fuerzas la presencia, la representación de España en las instancias ejecutivas del Banco Central Europeo”, dijo Sarkozy en la misma rueda de prensa.
El mandato de ocho años del español José Manuel González-Páramo, actualmente en el consejo del BCE, finalizará el próximo 31 de mayo, abriendo la puerta a que otro país ocupe su lugar en el caso de que los líderes de la zona euro, quienes han de tomar la decisión, decidan desalojar a España.
En todo caso, el peso de España en la economía de la zona también podría pesar en la decisión, como defiende Rajoy.
El país, con más del 11 por ciento del PIB de la zona euro, es el cuarto país de la zona por peso económico. Rajoy, de hecho, también defendió en la convocatoria que España va a jugar “el papel que le corresponde (…) coordinando y ayudando a construir Europa”.
Rajoy dijo que la decisión del viernes de Standard & Poors de rebajar la calificación crediticia de diversos países de la zona euro, entre ellos Francia y España, no ha tenido un gran efecto en una deuda que mantiene su diferencial con el bono alemán de referencia Bund a diez años en la zona de 344 puntos.
Como otros líderes europeos, Rajoy instó a los miembros de la zona y a la Comisión Europea a tomar medidas rápidas, conjuntas y realistas para reencauzar la situación. “Al final, si los países de la UE cumplimos con nuestro deber y el conjunto (Consejo Europeo) hace las cosas con rapidez y sentido común, esta crisis la vamos a superar y no en mucho tiempo”, aseguró Rajoy.