Carlos Morales, de 72 años, fue uno de los vecinos de la Loma Grande que se acercó a la brigada de salud para vacunarse este 26 de enero del 2019. Él considera que no se pueden desaprovechar estas oportunidades gratuitas y en beneficio de la salud. Foto: Yadira Trujillo / EL COMERCIO
Seis brigadas del Centro de Salud Casa Cuna Gangotena Posse recorrieron la mañana de este sábado, 26 de enero del 2019, los barrios Loma Grande, La Tola y San Marcos con una campaña de vacunación contra la influenza.
Cada brigada llevó 100 dosis para atender a grupos prioritarios de estos barrios del Centro Histórico de Quito. Este mes, el centro de salud recibió 1 500 vacunas que se han aplicado como parte de la campaña que arrancó desde noviembre del 2018.
Carlos Morales, de 72 años, fue uno de los vecinos de la Loma Grande que se acercó a la brigada de salud para vacunarse. Él considera que no se pueden desaprovechar estas oportunidades gratuitas y en beneficio de la salud.
Antes de aplicar la dosis, los brigadistas preguntan al paciente si está con gripe, si se encuentra tomando medicación y cuántos días lleva con gripe. En ese caso es preferible esperar a que culmine el proceso gripal para que luego se acerque al centro de salud.
Para las personas que se aplican la vacuna y sienten dolor en el brazo, los brigadistas de salud recomiendan compresas de agua fría.
Norma Criollo, técnica de atención primaria en salud de Casa Cuna Gangotena Posse, explica que la campaña está enfocada en los grupos prioritarios, conformados por adultos mayores, niños de hasta tres años, personas diabéticas, hipertensas y con problemas de tiroides, entre otras.
Mariana Carpio, de 74 años, también se aplicó la vacuna. La brigada llegó a la puerta de su casa, en la Loma Grande, donde estuvo acompañada por sus hijos. Para ellos es importante este tipo de atención, considerando que por su edad ella está más vulnerable.
A las 11:30, la brigada de la Loma Grande terminó con las dosis disponibles para niños y aún tenía varias para adultos, la cuales se terminaron después del mediodía.
Pese a que la campaña de vacunación se enfocó en esos grupos prioritarios, Karina Lucas, de 22 años, también pidió una dosis. Ella cuenta que, últimamente, en su familia, se han presentado varios casos de gripe común y prefiere estar prevenida.
Además, indica que estas campañas son una oportunidad ya que “no todos tenemos tiempo para ir a vacunarnos al centro de salud”.