Las fuertes lluvias generaron un deslave que cerró el paso por la vía El Carmen-Pedernales, en Manabí, este jueves 10 de enero de 2019. Al mediodía se habilitó parcialmente el paso en el sector Pueblo Seco. Foto: Tomada de la cuenta Twitter del ECU911 Portoviejo.
Un deslave en el sector Pueblo Seco, en Manabí, cerró la vía que conecta los cantones El Carmen con Pedernales. Mientras que la zona agrícola de Naranjal, en Guayas, empieza a sufrir estragos por el desbordamiento de ríos. Las alertas se registraron la madrugada de este jueves 10 de enero de 2019.
Como una medida preventiva por el inicio de la estación lluviosa en el Litoral, el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencia (Sngre) declaró el nivel de alerta amarilla ante la posible ocurrencia de un evento El Niño. La resolución fue firmada por la directora general del servicio, Alexandra Ocles, el pasado 21 de diciembre de 2018.
La alerta se activó en las provincias costeras de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Santa Elena, El Oro y en la región insular. El Sngre aclaró que es una disposición preventiva. “Esto no quiere decir que el evento pueda ocurrir, es un mecanismo de articulación para la preparación de la respuesta”, explica la entidad en un comunicado.
La medida se basa en las perspectivas climáticas internacionales, que pronostican un 90% de posibilidad de ocurrencia de un evento El Niño en este año, por el calentamiento del Pacífico Central. Su intensidad sería entre moderada y débil.
Para Ecuador, los modelos de probabilidades anuncian precipitaciones sobre los valores normales en el Litoral durante el primer trimestre de 2019. El Comité Nacional para el Estudio Regional del Fenómeno El Niño (Erfen) mantiene los monitoreos y anunció que para enero se prevé condiciones normales del océano frente a la costa.
Guayas. En Naranjal se registró el desbordamiento del río Bucay, a las 05:00 de este jueves 10 de enero del 2019. En el transcurso de la mañana, el caudal del río volvió a la normalidad. Fotos Cortesía: Cuerpo de Bomberos Naranjal
El Sngre maneja además el Informe Estación Lluviosa 2012-2018. Según este reporte, Manabí es la provincia más propensa a inundaciones en el país. Concentra el 24,77% de la población nacional afectada por este fenómeno.
Le siguen Guayas (23,30%), Esmeraldas (13,85%) y Los Ríos (12,19%). El informe fue entregado a municipios y prefecturas, para la aplicación de planes preventivos en los territorios más vulnerables.
Desbordamiento del río Bucay, en Naranjal (Guayas). Fotos Cortesía: Cuerpo de Bomberos Naranjal
Entre las obras de mitigación, la Prefectura de Manabí informó que ha ejecutado trabajos hídricos como la limpieza de cauces y canales de riego, y en el reforzamiento de muros de contención. Las fuertes lluvias y los desbordamientos de ríos suelen afectar con mayor intensidad a los cantones Portoviejo, Rocafuerte, Santa Ana, Tosagua y Chone.
En otras provincias, como Santa Elena, dieron prioridad a obras viales. La prefecta Magaly Chasiguasín explica que han trabajado en las comunas Sube y Baja, Julio Moreno, Pajiza y Salanguillo, donde las fuertes lluvias de años anteriores han aislado a los pobladores.
La limpieza de cauces de los ríos en el valle California-Valdivia y el mantenimiento de los muros de albarradas ancestrales en Julio Moreno y Colonche también son parte de la prevención.
Desde octubre de 2018 el Sngre mantiene un monitoreo de eventos adversos causados por las lluvias en el país. Según ese reporte, desde esa fecha se han registrado 23 colapsos estructurales, 136 deslizamientos y 50 inundaciones en 23 provincias. El temporal además ha dejado 12 fallecidos, 1 159 afectados y 156 damnificados. En la Costa, las lluvias más intensas comenzaron en este mes.
La resolución 049 sobre la alerta amarilla dispone además a los Comités de Operaciones de Emergencias provinciales y cantonales de las provincias costeras que “se mantengan en estado de alerta y operativos para realizar las acciones inmediatas que se requieran”
Además dispone el monitoreo continuo al Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), a la Dirección de Monitoreo de Eventos Adversos del Sngre y a la Subsecretaría de Preparación y Respuesta ante Eventos Adversos, para que revise y actualice los planes de contingencia y tome acciones para reducir vulnerabilidades.