El accidente se registró en la Y de San Rafael, valle de Los Chillos, Cantón Rumiñahui. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Un ambiente de consternación se vive entre los propietarios de los locales comerciales ubicados en la Y de la autopista General Rumiñahui, que conduce a la avenida San Luis y el parque de la parroquia de San Rafael, valle de Los Chillos, cantón Rumiñahui, oriente de Quito.
Allí, aproximadamente a las 15:00 del pasado 31 de diciembre del 2018, un joven que se disfrazó de viuda murió tras ser atropellado por un tráiler.
La víctima, Fernando Játiva, era oriundo de la provincia del Carchi, informó el coronel Pablo Ramos, comandante policial del cantón Rumiñahui. La mañana de hoy, miércoles 2 de enero del 2019, los vecinos del lugar todavía comentaban sobre lo que pasó durante las festividades del último día del 2018.
El oficial coincidió con los moradores. En el parte policial -añadió Ramos- se indica que la víctima primero se subió al tráiler a pedir una ‘limosnita’ y cayó cuando se bajó del vehículo pesado. Murió tras ser aplastado ya que el chofer no se habría percatado de lo que pasó y habría arrancado el vehículo. “Procedimos inmediatamente a la detención del conductor (John C., de 28 años)”.
Luego, los agentes del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) y Medicina Legal acudieron al lugar para tomar evidencias. Los familiares del joven también llegaron y estaban consternados tras enterarse de lo que ocurrió.
“Realizamos un trabajo preventivo, pero a veces no entendemos el comportamiento por el abuso del licor (…) Hacemos un llamado para que haya mesura en su consumo que es alto”, manifestó Ramos.
Antes del accidente, el ambiente era de algarabía en ese tramo de la autopista General Rumiñahui. Más de 50 viudas de todas las edades se ubicaron allí para pedir dinero a los conductores.
Carlos Morales, dueño de un taller mecánico de motocicletas, dijo que el 31 de diciembre del 2018 fue nefasto. “Más que prohibir una tradición, lo que se debe hacer es reducir la ingesta de alcohol (…) se debe concienciar sobre ese problema”.
Margarita Salcedo es propietaria de un micromercado. Estaba atendiendo a unos clientes en su local cuando escuchó que ocurrió un accidente en la calle. Al salir, observó que la gente estaba desesperada. “Estamos tristes por la situación”, señaló.