Quiteños se realizan limpias para purificación energética antes de Fin de Año. Foto: Yadira Trujillo
Recibir el año con buena salud, prosperidad y trabajo es el deseo de las personas que acudieron la mañana y tarde de este sábado, 29 de diciembre del 2018, a dos mercados de Quito para realizarse las limpias energéticas.
Se trata de una práctica tradicional a la que acuden las familias que creen en el poder curativo de las plantas. Nancy Correa, quien realiza limpias en el mercado San Francisco, ubicado en el Centro Histórico, indica que se trata de yerbas que se encuentran cerca de los ríos y en las quebradas, que usaban los antepasados para recibir la energía de la vertiente.
Para sacar lo malo se limpia todo el cuerpo de la persona con un paquete de hierbas, a manera de ‘fuete’, cuenta Emperatriz García, del mercado San Francisco. Ella heredó el conocimiento, para realizar sanaciones con plantas, de su abuela y de su madre. El paquete de hierbas amargas contiene ortiga, ruda, santamaría, chilca, sauco, eucalipto y altamisa.
Luego se hace un segundo proceso con pétalos de rosa y colonia. García explica que esta es la limpia del florecimiento, a la que se suman las plantas dulces: pino, ciprés, cedrón, hierba luisa, hoja de naranja, entre otras. Con ellas, en cambio, se equilibra la energía para atraer lo bueno.
Correa comenta que este año, en el mercado San Francisco han recibido a muchas personas que se han quedado sin trabajo o han fracasado en sus negocios y emprendimientos..
Además de su puesto, en este mercado hay otros nueve que ofrecen las hierbas, colonias y esencias para curar las energías del cuerpo. En cada puesto se exhiben las medicinas tradicionales y unos espacios -cubiertos con cortinas- donde ingresan los clientes para quitarse la ropa y realizarse las limpias.
Lourdes Caiza llevó a su hijo de tres años. Asegura que además de darle energía nueva, las limpias energéticas hacen que el chico deje de llorar y se le abre el apetito. Juan Carlos Cevallos, padre del niño, asegura que cree en la energía de las plantas porque, especialmente a los niños, les ayuda en su bienestar.
En el mercado Santa Clara también se realizan este tipo de curaciones. Una de las expertas, con más de 25 años de experiencia, es Carmen Colcha. Ella asegura que una limpia ayuda a superar afecciones como los nervios y el estrés, además de garantizar la buena suerte.
El precio de las limpias varía entre USD 5, 7 y 10, según la edad de la persona. Estas curaciones también se realizan en otros mercados como el Central, Cotocollao, Carcelén.
Las “hierberas”, como también se conoce a las mujeres capaces de mejorar el estado energético del cuerpo con la ayuda de plantas, necesitan hacer su propio ritual previo para fortalecer su aura y no absorber las malas energías de las personas que llegan a buscarlas cuando tienen algún problema de ánimo o de salud.
Su conocimiento es una herencia de generación en generación y aseguran que, en muchas ocasiones, sus clientes llegan por recomendación de doctores que les sugieren acudir a la medicina ancestral.
Los adultos que acuden a las limpias son personas convencidas y con fe en el poder de las hierbas y las tradiciones ancestrales. Eduardo Fernández, de 31 años, pasa por el ritual unas dos veces al año. Cuenta que lo más importante es creer, ya que de lo contrario no hace efecto.
Su creencia le ha ayudado a superar problemas de salud que no ha podido resolver la medicina hospitalaria. Cuenta que también le fue mal en el dinero y las limpias le ayudaron. Cada vez que se hace una, sale renovado, se siente fuerte, sano y con ánimos.
“Hoy es el mejor día de mi vida, mañana será mucho mejor”, dice Amparo Lugmaña a uno de sus clientes, para que lo repita mientras le limpia con colonia. Ella es la cuarta generación de una familia de mujeres dedicadas a las limpias y a las curaciones tradicionales con hierbas.
Mientras latiga con las hierbas amargas, Amparo reza entre dientes el Padre Nuestro. Al finalizar la curación luce cansada, se sienta y espera la llegada de un nuevo cliente que llegue en busca de un año próspero.