Cuenca. En la Catedral de la Inmaculada Concepción se exhibe un pesebre gigante. Además, cuenta con su propio sistema de iluminación y sonido. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO
Piezas de todos los tamaños conforman los pesebres que se arman en viviendas, iglesias, parques y otros espacios públicos de ciudades como Quito, Guayaquil, Ambato, Ibarra, Cuenca y otras.
Para algunas familias, el montaje del nacimiento de Jesús es una tradición que comparten con sus vecinos y que incluso los motiva a participar en concursos. Muchas estructuras se arman con meses de anticipación.
Doris Castro, en Ibarra, trabajó en su pesebre desde agosto, tal y como lo hacía su madre y bisabuelo. Casi toda la sala de su casa, ubicada en el centro de la urbe, está ocupada con un nacimiento de 350 figuras. Tiene objetos como ovejas y un perro, que heredó de su bisabuelo materno José Antonio Vásquez. Otras, como un muñeco, una vasija y una canoa son las últimas adquisiciones. Las casas, montañas, palmeras, entre otros, son hechas por ella.
Cada año, Castro aplica nuevas tendencias que aprende en los cursos en línea que sigue en un club de Belenismo al que pertenece. En su pesebre se recrean pasajes bíblicos, como el anuncio del ángel a María o el sueño de José, relacionado con el nacimiento de Jesús. Por su habilidad e ingenio, Castro ha ganado en los dos últimos años el concurso de pesebres que organiza el Municipio local.
Quito. La familia Pavón Chávez mantiene la tradición de armar un pesebre, que ocupa todo el tercer piso de su vivienda, en el norte de la ciudad. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
En Ambato, Nicolás Mancheno elabora nacimientos desde los cinco años. El joven de 34 años realiza una réplica de un pueblo hebreo con cartón, plástico, madera y otros materiales. También coloca piezas elaboradas en España e Italia.
La elaboración de la pequeña ciudad se inicia la última semana de noviembre en un espacio de su casa, ubicado en la ciudadela España. “Cada año ocupamos un pequeño lugar donde ponemos todas las piezas”. Este nacimiento participa en el concurso de pesebres, organizado por radio Colosal. Este año, 13 personas son parte del programa.
En Cuenca también se vive esta tradición en familias como la Criollo-Vivar, del barrio de San Roque. Gloria Vivar, su esposo, hijos, hermanos, sobrinos y cuñados elaboran esta obra que reúne cerca de 2 000 piezas. La particularidad es que a partir del pesebre con la imagen del Niño Jesús se extiende Cuenca con sus barrios tradicionales, expresiones culturales y fiestas populares.
Riobamba. Un nacimiento gigante se ilumina durante las noches y forma parte de la ruta navideña de la Empresa Eléctrica de Riobamba. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO
Vivar heredó esta tradición hace más de 40 años, cuando su madre falleció y le dejó la imagen del Niño Jesús. Este espacio está abierto al público, gratuitamente, hasta el 6 de enero.
Cuenca también exhibe el que se considera como el pesebre más grande de Ecuador y Latinoamérica. La monumental obra –de la Arquidiócesis de Loja- tiene 280 metros cuadrados de construcción y 1 400 piezas, 600 de ellas están en movimiento y se levanta dentro de la Catedral de la Inmaculada Concepción.
El mentalizador es Jimmy Arias, sacerdote de la Arquidiócesis de Loja y, según él, no existe un pesebre igual en la región.