El deterioro de la infraestructura de la Casona Universitaria de Guayaquil afecta el legado cultural del lugar, en ese centro de estudios. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO
Un busto resquebrajado y una placa polvorienta en homenaje a Julián Coronel reposan junto a un montón de restos precolombinos en una de las salas del museo de la Casona Universitaria, de la Universidad de Guayaquil.
El sitio luce abandonado. Hay vasijas y figurinas de antiguas culturas, alineadas sobre vetustos estantes que hace meses no están en exhibición.
Roberto Passailaigue, rector y presidente de la Comisión Interventora para la Universidad de Guayaquil, recorrió el inmueble patrimonial la mañana del martes 13 de noviembre de 2018.
Al final, dio un balance de la situación de la infraestructura, montada por primera vez en 1898. “El deterioro es grande. Este fue un espacio cultural, tiene un museo, un paraninfo histórico (…). Lo que ha ocurrido es un atentado contra la historia del Ecuador, un crimen contra la cultura de los pueblos”, dijo Passailaigue.
El gran incendio de 1902 acabó con la primera casona. Un año después fue reconstruida en el rectorado de Julián Coronel -cuya placa está arrinconada en una sala cerrada, llena de polvo-.
Bustos y figuras se rompieron, por la falta de mantenimiento de los objetos históricos de la Casona Universitaria de Guayaquil. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO
Su diseño es obra del arquitecto italiano Rocco Queirolo Pinasco, quien la culminó en 1906. Según un reporte del Municipio de Guayaquil, sus paredes eran de caña con cuartones de madera y revestidas de cemento. Algunas aún subsisten.
El actual rector tenía previsto reunirse este martes con el alcalde Jaime Nebot. En esa cita dijo que pedirá apoyo al Cabildo en la intervención y rehabilitación de la casona, para que vuelva a convertirse en un centro cultural.
La Casona Universitaria, ubicada en el movido sector de La Bahía de Guayaquil, fue declarada Patrimonio Cultural del Ecuador el 26 de febrero de 1988. En 1990 esa disposición fue ratificada. Su estilo arquitectónico tiene influencia neoclásica y renacentista de la época de la República.
El polvo ha afectado distintos objetos y obras de la Casona Universitaria. Foto: Elena Paucar/ EL COMERCIO
Miguel Mendoza, administrador de la Casona, dice que la infraestructura sufrió severos daños tras el terremoto del 16 de abril de 2016. “Algunas paredes se cuartearon, hubo filtraciones de agua. Pero al ser un edificio patrimonial podemos tocarlo únicamente con el aval de Patrimonio; no podemos hacer las adecuaciones”.
En grandes eventos, como los aniversarios del centro de estudios, la Casona Universitaria recibía hasta 2 000 visitantes. Ahora el acceso se ha limitado.
Actualmente solo funcionan el Instituto de Música (con aulas un tanto estropeadas que conservan violonchelos y antiguos pianos), el salón del coro de la Universidad de Guayaquil, el Centro Ruso (que operan mediante un convenio entre la universidad y el Consulado de Rusia para dar clases gratuitas del idioma a estudiantes).
En cambio permanecen cerradas el área de administración, los dos salones de conferencias, el paraninfo, el Salón Amarillo, donde reposan los cuadros de expresidentes y exrectores de la universidad, y el museo, que no cuenta con un inventario.
“Es necesario iniciar un proceso de reorganización y de distribución adecuada de espacios físicos, de los recursos humanos y de los recursos económicos”, explicó Passailaigue.
El paraninfo es uno de los sitios más representativos del lugar. En este espacio resalta el mural A la gloria de Bolívar, de Oswaldo Guayasamín. El tumbado es el lienzo de los artistas Theo Constante e Iván Paredes. Y en el cielo raso se dibuja la diosa Minerva.