Miles de personas perdieron sus casas en el terremoto y tsunami que golpeó a Indonesia. Foto: AFP
El número de muertos por un terremoto y un tsunami que arrasaron la isla de Célebes en Indonesia aumentó a 1 407, informó hoy, 3 de octubre del 2018, la Agencia Nacional de Gestión de Catástrofes.
Más de 2 550 personas han sido hospitalizadas con heridas graves y 113 están desaparecidas, señaló el portavoz de la agencia, Sutopo Nugroho.
Pero se teme que quedan muchos cadáveres aún bajo los escombros y el lodo. “Suponemos que la cifra seguirá aumentando”, se lamentó. Además, 70 000 personas tuvieron que abandonar sus viviendas.
Cinco días después, las dimensiones de la catástrofe siguen lejos de vislumbrarse con claridad en la isla, la cuarta mayor del país conocida también como Sulawesi, donde además hoy entró en erupción un volcán.
El terremoto y tsunami golpeó especialmente la ciudad de Palu, de 350 000 habitantes, a cuyas costas llegaron tres olas de hasta seis metros de altura en la tarde del viernes.
Para evitar el brote de epidemias, las víctimas están siendo enterradas en fosas masivas cavadas con rapidez. La situación es complicada en la zona: en los hospitales falta electricidad y combustible y los heridos sólo pueden recibir atención de emergencia.
El Ejército está trasladando con aviones Hércules C-130 a decenas de heridos a la capital provincial de Macasar, donde su atención está garantizada. Cientos de supervivientes esperan sin embargo en vano poder ser también trasladados.
Muchos han huido en motocicleta de la región de la catástrofe provistos sólo de lo más necesario. En el aeropuerto de Palu se han montado hospitales de campaña que reciben electricidad con generadores de emergencia. Sin embargo, algunos heridos como Rifki se quejan de la falta de un tratamiento adecuado. “Todo lo que nos dan son analgésicos”.
Otro hombre se queja de que su mujer quedó inconsciente durante el sismo y aún no ha despertado. “Ni siquiera le han hecho un escáner”, se quejó.
Según las autoridades, más de 70 000 personas han perdido sus viviendas a lo largo de la costa occidental de la isla. Los rescatistas encuentran cadáveres en la playa y en el lodo y hay montañas de escombros por todas partes.
La ONU calcula que casi 200 000 personas dependen de ayuda, mientras llegan promesas de todas partes del mundo. El Gobierno alemán se unió ofreciendo 1,5 millones de euros. Pero las destruidas infraestructuras hacen que aún sea necesario esperar antes de que la ayuda pueda llegar realmente. Y mientras pasa el tiempo se reducen las esperanzas de rescatar supervivientes entre los escombros.
En un hotel derrumbado en Palu se encontraron hoy otros diez cuerpos, según la televisión. Y se cree que 30 personas siguen sepultadas, sin que haya esperanzas de hallar supervivientes. Muchos ciudadanos se quejan mientras tanto de que la búsqueda en los hoteles parece tener prioridad.
“Nuestra gente está aquí bajo los escombros pero nadie los busca”, dice un hombre llamado Adon Lawira. El presidente del país, Joko Widodo, pidió a la población en una nueva visita a la región que no pierda la paciencia. “Todo requiere tiempo”.
Y las necesidades son cada vez mayores, en medio de continuos saqueos en las tiendas de Palu que la policía no logra frenar ni con disparos de advertencia ni con gases lacrimógenos.
Al menos 45 saqueadores han sido detenidos. A ello se unen nuevas réplicas de terremotos y un volcán que entró en erupción en el noreste de la isla.
El volcán Soputan lanzó cenizas a hasta cuatro kilómetros de altura. No hay información sobre víctimas debidas a la erupción ni se ve afectada la navegación aérea, señaló Sutopo.
La alerta en torno al volcán se mantiene en el mismo nivel y hay una zona de exclusión de cuatro kilómetros a la redonda. El monte, de 1 785 metros de altura, ya lanzó a la atmósfera gases y cenizas en enero y febrero de 2016.
Con 260 millones de habitantes, Indonesia es uno de los países más poblados del mundo y se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se producen con frecuencia terremotos y erupciones volcánicas.
En agosto, varios sismos dejaron más de 500 muertos en la isla de Lombok, muy popular entre los turistas. Las erupciones de volcanes también son comunes en el país.