Vista de la entrada a la carpa que concentra núcleos familiares de migrantes venezolanos que esperan la llegada de los buses que los trasladarán a Perú hoy, jueves 23 de agosto de 2018, en Tulcán (Ecuador). Foto: EFE
Cientos de ciudadanos venezolanos se concentran la noche del 23 de agosto del 2018 en varios puntos de la ciudad ecuatoriana de Tulcán, en la frontera con Colombia, a la espera de una treintena de buses que, en principio, deben llegar a recogerles para trasladarles a la frontera con Perú.
EFE ha constatado la concentración de alrededor de unos 400 emigrantes que provenían de Colombia y han podido pasar sin pasaporte gracias a un exención no confirmada en el requisito de presentar ese documento para acceder al país, exigencia que entró en vigor oficialmente el pasado sábado.
A eso de las siete de la tarde las autoridades colombianas han comenzado a emitir nuevamente el “visado andino”, que no exige el pasaporte, y media hora después los emigrantes han recibido del lado ecuatoriano el reconocimiento a esa visa y han podido cruzar a este país, confirmaron algunos de ellos.
Jesús Mendoza, de Monaga y quien viaja con un amigo de la infancia, dijo que él no tenía pasaporte y que dieron entrada con la visa andina.
“Estamos esperando el bus para Perú. Tengo la carta andina y mi esperanza es llegar antes del 25 para entrar al país y trabajar legalmente”, subrayó este emigrante, que ha dejado a su esposa e hijo en Venezuela.
Hasta ahora los emigrantes venezolanos cruzaban las fronteras de ambos países solo con la carta andina, pero el requisito del pasaporte ha dejado a muchos varados, a uno y otro lado, porque no tienen la posibilidad de regresar a Venezuela a por ese documento.
Migrantes venezolanos esperan la llegada de uno de los buses que los trasladará a Perú hoy, jueves 23 de agosto de 2018, en Tulcán (Ecuador). Foto: EFE
Entre los emigrantes, entre ellos algunos que se encontraban en la terminal terrestre desde por la mañana, circula desde última hora de la tarde la información a cerca de la llegada de los 32 buses, al parecer parte del mismo puente establecido desde el miércoles para que puedan llegar de una frontera a otra antes de que Perú también imponga el requisito del pasaporte, el sábado.
Los emigrantes están siendo clasificados en carpas por grado de vulnerabilidad, con el fin de dar prioridad a los de mayor edad, mujeres con niños, familias, etc.
“Nos están dando brazaletes, nos dicen que nos van a sellar acá la carta andina y nos van a llevar. Dicen que tienen que estar antes de las 6 de la mañana en Perú, porque hasta mañana a las 6 de la mañana nos van a dejar pasar”, declaró Alejandra Rivero, sin saber que es imposible llegar hasta esa hora.
Los dos pasos fronterizos están separados por una distancia de más de 800 kilómetros, y para recorrerla se requieren más de quince horas, por lo que técnicamente llegarían después del plazo.
Según una fuente no oficial de migración consultada por EFE, la llegada de los buses se espera antes de la medianoche, con el fin de que los emigrantes puedan llegar hasta Huaquillas a tiempo.
A Rivero, que viaja solo con su esposo, le han colocado un brazalete azul, que por el grupo en su carpa parece identificar a jóvenes y adultos que viajan sin familia.
Los de brazalete rojo, en otras tres carpas de unas 50 personas cada una, albergan familias con niños.
Está previsto que los autobuses salgan de cuatro puntos de Tulcán: el paso fronterizo de Rumichaca, el Parque Ayora, el Parque Central, y Coliseo, a decir de fuentes de la policía que pidieron no ser identificadas.
Por el momento, se desconoce que institución está detrás de este puente de buses, aunque el miércoles lo realizó la Prefectura de Pichincha.