El cabo primero Darwin Anrango, oficial de la Policía Nacional desde hace 11 años, fue enterrado ayer en el camposanto Monte Olivo. Familiares y amigos del occiso estuvieron allí desde las 14:00.
El asesinato del oficial se produjo a las 03:00 de anteayer, durante una operación antidrogas iniciada hace tres meses, en Píntag.
Un agente de la Policía señaló que en la indagación se había descubierto a un grupo de narcotraficantes, quienes planeaban transportar 30 kilos de cocaína, aproximadamente, desde Sucumbíos hasta un lugar desconocido.
Tras conocer esta información, un grupo de agentes encubiertos inició el seguimiento a un tráiler amarillo, en el que presuntamente se llevaban los alcaloides.
Los agentes que iniciaron el rastreo fueron reemplazados por el cabo Anrango y el sargento primero Marco G., en Pifo (periferias de Quito). Al parecer, los desconocidos se percataron de que el vehículo, en el que se movilizaban los uniformados, los seguía .
Minutos más tarde, dos camionetas con ocho personas armadas habrían abordado a los policías y les dispararon. El sargento Marco G. habría respondido a los disparos. En el cruce de balas murió Anrango y el otro policía recibió un impacto de bala en la cabeza.
Uno de los delincuentes también fue herido. Se presume que sus cómplices lo quisieron ayudar, pero al percatarse de que había fallecido momentos después lo abandonaron en el sector de Pisulí (noroccidente de Quito).
Los moradores del sector habrían ayudado a Marco G. a comunicarse con otros uniformados, quienes inmediatamente acudieron al lugar de los hechos.
El sargento fue trasladado de emergencia a una casa de salud de Quito. Allí permanece estable y con cuidados permanentes.
“Las investigaciones del caso seguirán hasta dar con el paradero de los antisociales”, dijo el comandante general, Patricio Franco.