El actor español Aarón Navia (der.) y el ecuatoriano Alejandro Fajardo. Foto: Cortesía lacosacultural
Brincos de susto y risas nerviosas. Una banda sonora original, con efectos y músicos en vivo; una mujer con rostro agotado y piel pegada a los huesos que se pasea por la oscuridad, que se les aparece a los personajes y al público.
Esos son algunos de los elementos con los que juega el montaje teatral de ‘La dama de negro’, un espectáculo con 30 años de éxito en el mundo y que llega por segunda temporada a las tablas del Teatro Sánchez Aguilar (TSA).
Esta vez repite el actor español Aarón Navia, por primera vez junto al guayaquileño Alejandro Fajardo. Mientras que la actriz mexicana Michelle Zamudio personifica a una presencia espectral con rostro de calavera. La obra se presentará desde este jueves 12 de julio en la Sala Zaruma del TSA, en una temporada de siete funciones hasta el 21 de julio.
La pieza original del dramaturgo inglés Stephen Mallatratt es una adaptación de la novela ‘The woman in black’ de la británica Susan Hilll. Fue estrenada como obra de teatro en 1987, en Londres, y por más de 30 años ha sido escenificada en el West End londinense.
La obra cuenta la historia de Arthur Kipps (Navia), un joven abogado londinense en los albores del siglo XX, que recibe el encargo de arreglar el testamento de una dama fallecida en Escocia, donde vive una experiencia traumática con la aparición de fantasmas en una vieja casona. Al regresas a Londres contrata a un excéntrico profesor de teatro (Fajardo) para que le ayude a contar a su familia y amigos (público), los extraños acontecimientos que vivió en la casa de los pantanos de Escocia.
¿Pero qué retos supone introducir humor en una historia de terror? “Hay una línea súper delgada que cuidamos bastante y es evitar la ridiculización, mantener el suspenso de la situación y que dentro de ese suspenso haya esa sonrisa nerviosa”, responde Fajardo.
“La comedia en este espectáculo requiere más del público que de nosotros, porque nuestros personajes están sufriendo de verdad, lo que pasa es que cuando la gente se asusta, recuerda que está en un teatro y se ríen de que se acaban de asustar”, explica Navia.
La dirección esta a cargo de la mexicana Itzel Cuevas. La acción transcurre en un teatro y entraña un homenaje al género. Los actores interpretan a nueve personajes, se intercambian el rol del propio Kipps, y construyen los espacios de la obra con dos baúles, dos sillas y un perchero.